Hasta 6 grados: la diferencia térmica que penaliza a los habitantes del centro de Zaragoza frente al resto

Hasta seis grados de diferencia de temperatura entre el centro de Zaragoza y el extrarradio de la ciudad como consecuencia de lo que se llama ‘isla de calor’. El urbanismo está directamente relacionado con lo que marcan los termómetros y hay una serie de elementos que favorecen el aislamiento de las viviendas, una forma más de sobrellevar lo mejor posible una nueva ola de calor.

El auditor energético y miembro del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja (COIIAR), Óscar del Castillo, analiza la relación del urbanismo y la temperatura. "Las ciudades llegan a ser en gran medida productoras de sus propias condiciones ambientales, incluidas las climáticas. La ‘isla de calor’ es una anomalía térmica de signo positivo que suele localizarse en el interior de las ciudades y que se manifiesta en el hecho de que las temperaturas sean superiores en los centros urbanos a la de los periourbanos o rurales que la circundan”, concreta Del Castillo. Este asegura, además, que en situaciones de vientos en calma y cielos despejados es cuando la diferencia entre las temperaturas del interior de la ciudad y las de la periferia no urbanizada llega a ser mayor, que, según algunos autores, en grandes conurbanizaciones urbanas se dispara hasta los 12 grados.

Del Coso a Gómez Laguna y Valdefierro

"Analizando su configuración especial puede observarse que los espacios más cálidos se encuentran en el sector central y centro oriental del entramado urbano zaragozano”, detalla Del Castillo. En este se encuentra el entorno del Coso -plaza de España, con prolongaciones hacia la avenida de Madrid, Gran Vía, avenida de Goya y zonas próximas a la intersección entre el camino de las Torres y la avenida de Miguel Servet. “Conforme nos alejamos de este núcleo cálido, el ambiente es, progresivamente, más fresco, como se comprueba en la prolongación de la avenida de Gómez Laguna, Montecanal, Montes de Torrero, Miralbueno, Oliver, Valdefierro, Juslibol y Parque Goya”, añade. Lo mismo ocurre en los parques y jardines urbanos, en particular los de José Antonio Labordeta y el Tío Jorge. “Aún mayor es el descenso en las zonas rurales limítrofes, con diferencias térmicas absolutas respecto al centro de entre 3 y 4 grados, que en días concretos llegan hasta los 6 grados”, especifica este auditor energético.

Del Castillo destaca que hay elementos que evitan el sobrecalentamiento de la temperatura en las viviendas, como son el aislamiento térmico en la envolvente del edificio tanto en fachadas como en cubiertas, el sombreamiento en huecos y ventanas, persianas o los vidrios con control solar. Además, la orientación de la vivienda es “imprescindible”, ya que una buena supone el ahorro de luz y energía durante todo el año.

En cuanto a las nuevas tendencias de construcción, el miembro de COIIAR asegura que cada vez se apuesta por casas más aisladas, compactas y estancas con respecto a las condiciones exteriores. Recuerda también que todas las normativas se dirigen hacia los Edificios de Consumo Casi Nulo de Energía y la incorporación de sistemas capaces de recuperar la energía entre el interior de las viviendas y el exterior a través del aire de ventilación. “Aunque la inversión inicial es superior, esta se amortiza en un periodo relativamente corto, siempre inferior a 7 años”, recalca Del Castillo.

Como consejos para llevar lo mejor posible la ola de calor dentro de casa, el auditor energético insiste en que, aunque sean obvias, es importante seguir estas recomendaciones: evitar salir de casa entre las 12.00 y las 18.00 y ventilar por la noche y a primera hora de la mañana para afrontar con garantías las horas fuertes de calor.