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Calor y agua un "poco fresquita" en el día de apertura de las piscinas de Zaragoza

Con el termómetro superando los 30 grados, los primeros bañistas de la temporada han acudido a las piscinas de la ciudad que han registrado mayor afluencia que el año pasado por la lluvia y el frío de entonces.

Algunos preferían 'tostarse' al sol mientras que otros han optado por inaugurar la temporada de las piscinas de Zaragoza con un buen chapuzón, eso sí, con el agua todavía "un poco fresquita", como ha asegurado María Díaz este sábado por la mañana en las piscinas del Centro Deportivo Municipal Actur, donde según uno de los técnicos ha habido "mucha más afluencia" que el año pasado ya que la apertura de entonces estuvo marcada por las bajas temperaturas y la amenaza de lluvia.

Este año la situación ha sido bien distinta y es que los termómetros de la capital aragonesa han rozado los 35 grados y eso, unido a un sol de justicia, ha hecho de las piscinas la perfecta opción para pasar este sábado. Para no desaprovechar ni un minuto, muchos de los bañistas han acudido al CDM Actur a la hora de apertura, las 11.00. Este ha sido el caso de Antonio Pérez y Silvia Martínez que han ido a esa hora "porque no se podía antes que si no...". "Nosotros venimos a tomar el sol y luego nos duchamos, pero eso de bañarnos no nos gusta demasiado", ha confesado Antonio en la zona de las tumbonas en la que, para ser sinceros, había bastante más gente que en el agua.

"La gente suele tomar más el sol y bañarse en menor medida el primer día, pero con tanto calor sí que apetece un buen chapuzón", ha comentado uno de los técnicos de las piscinas del Actur. De la misma opinión ha sido Maribel González que, con libro en mano, se disponía a disfrutar de los rayos del sol en la zona del césped, pero no ha descartado "nadar un rato" ya que a ella el agua le "encanta".

En la piscina del Palacio de Deportes de la capital aragonesa, más conocida como 'El Huevo', la situación ha sido similar: mayor afluencia que el año pasado y también más gente que ha preferido quedarse en la toalla a meterse en el agua. Algunos han acudido a los bordillos de las piscinas casi por obligación y es que los más pequeños de la casa mandan y ellos no pueden resistirse a un buen chapuzón. Ese ha sido el caso de Pilar Landa que, por petición unánime de sus dos hijas, Andrea y Paula, se ha dado un baño casi a regañadientes "para jugar con ellas porque me lo piden que si no...".

Ahora, y con toda la tarde de este caluroso sábado por delante, todavía son muchos los bañistas que apuestan por las piscinas municipales de la capital aragonesa.