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La mujer herida en la carpa de la cerveza perdona a los acusados y libra del juicio a Cubero

Ni el concejal de ZEC ni el funcionario del Ayuntamiento de Zaragoza que firmó el montaje de la Oktoberfest serán juzgados, pero la Fiscalía llevará al banquillo al dueño del recinto y al supervisor.

El concejal de ZEC Alberto Cubero en una imagen de archivo.
José Miguel Marco

Si un acuerdo de última hora con la Fiscalía no lo impide, el próximo 14 de mayo comenzará el juicio por el accidente ocurrido en la carpa de la cerveza del recinto ferial de Valdespartera durante la Fiestas del Pilar de 2016 y en el que una mujer de 37 años resultó herida muy grave al caerle sobre la cabeza una de las vigas metálicas que soportaban la cubierta. Sin embargo, en el banquillo de los acusados no se sentarán finalmente ni el concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, Alberto Cubero, ni el funcionario municipal que firmó el montaje, Enrique Asensio, para los que hasta ahora se pedían sendas penas de 3 años de prisión como presuntos autores de un delito de lesiones graves por imprudencia.

Por estos hechos se instruyeron diligencias contra cuatro personas: el dueño del recinto de la Oktoberfest, Luis G. S., el ingeniero al que contrató para supervisar el montaje, Sergio E. F., el edil de ZEC y el jefe de la oficina económico-jurídica de Servicios Públicos. Pero mientras a los dos primeros los acusaban tanto la Fiscalía como la víctima, a Cubero y Asensio (representado por Enrique Trebolle y Carmen Cifuentes) solo los responsabilizaba la afectada. Y como María Elena O. ha decidido retirar los cargos y perdonar a los cuatro encausados, solo serán juzgados los dos a los que acusa el ministerio público.

La viga que cayó encima a la mujer desde una altura de cinco metros pesaba cerca de 30 kilos, circunstancias que agravaron la entidad de las lesiones. De hecho, la mujer tuvo que someterse a tres operaciones y a múltiples tratamientos rehabilitadores, psiquiátricos y psicofarmacológicos. A día de hoy, todavía tiene pendiente una cuarta operación y los forenses afirman que las secuelas neurocognitivas que le han quedado le impiden seguir desarrollando su profesión habitual. Pese a ello y al tiempo transcurrido, la Seguridad Social todavía no le ha confirmado si recibirá la incapacidad permanente.

"Después de este largo calvario, ella quiere pasar página de alguna manera y evitar el trauma de tener que revivir lo ocurrido en el juicio"

Según explican sus abogados, Alberto Cervera y Óscar Frontiñán, "Elena sabe que le van a quedar graves secuelas y que tendrá que seguir acudiendo a rehabilitación de por vida". "Pero después de este largo calvario –su lenta recuperación obligó incluso al juez a retrasar la celebración de la vista oral–, ella quiere pasar página de alguna manera y evitar el trauma de tener que revivir lo ocurrido en el juicio", señalan. De ahí que la acusación particular, una vez cerrado un acuerdo con las aseguradoras (AXA, Mapfre y Zurich), haya optado por el perdón. "Lo que sí hubiera agradecido la víctima es que en algún momento, directa o indirectamente, el señor Cubero se hubiera interesado por su estado, algo que sí han hecho otros acusados", recordaban.

Según ha podido saber HERALDO, pese a haber indemnizado a la víctima, el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza obligará a comparecer en el juicio a los abogados de las aseguradoras, ya que el Salud también les reclama la factura de todas las atenciones médicas recibidas por la paciente, que asciende a 28.440 euros. Las compañías, que adelantaron a requerimiento del juez instructor mucho más dinero del que finalmente van a pagar a la víctima, no deberían tener problema para satisfacer esta suma y pactar un acuerdo.