Alejandro Gil, alcalde de Alfamén: "Las calles son ahora un museo de arte vivo y moderno"
Es alcalde por el PAR desde 2011 y fue concejal durante más de 20 años. Es el impulsor del Festival Asalto, que decora las fachadas con grandes murales
![El alcalde, junto a uno de los murales del Festival Asalto.](https://imagenes.heraldo.es/files/image_990_556/uploads/imagenes/2019/02/10/_alfamn_c5ba4dcc.jpg)
¿En qué ha cambiado Alfamén desde 2011?
Hemos hecho un gran esfuerzo y se ha modernizado bastante, es más verde. Los cultivos han pasado a regadío y, con el Plan Especial de Empleo, hemos hecho obras de reforestación, recuperación de humedales, mejora de parques y hemos apostado por energías limpias en edificios municipales.
¿Cómo estaba la red de abastecimiento?
Destrozada, como un queso gruyer. Tuvimos que emplearnos a fondo y mejorar las infraestructuras, poniendo válvulas de sectorización, y caudalímetros en los pozos. Queremos impulsar que el consumo sea sostenible y pasar de picos de más de un millón de litros diarios a 500.000 o a 300.000 en invierno.
¿En qué trabajan?
En el parque municipal y queremos traer turismo arreglando un área para autocaravanas en el parque Manuel Arnal. Está en marcha un proyecto para construir una balsa que recoja el agua usada por la población y empresas y que una vez depurada irá a dos comunidades de riego. Está aprobado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y las comunidades esperan el respaldo de la DGA. Y queremos arreglar calles año a año.
¿Por qué llegó el Festival Asalto a la localidad?
Soy un seguidor del arte urbano y de lo que hacen en Zaragoza. Entendí que era un proyecto que mejoraba los barrios, su entorno y que anima a que la ciudadanía los cuide. Y pensé que el casco urbano de Alfamén, con su herencia árabe, tenía descuidadas las fachadas y calles. Y podíamos convertir ese punto débil en uno fuerte.
¿Qué ha supuesto?
Dinamiza los veranos y en dos ediciones ya han plasmado 21 obras por todo el pueblo. Estamos creando un museo de arte moderno, callejero, vivo. Y está teniendo un gran éxito con repercusión nacional y ha atraído turismo, que se sorprende que tengamos un patrimonio natural a 50 kilómetros de la capital.
Desde 2012 el padrón ha ido disminuyendo.
El descenso de la natalidad hace mella y aunque han llegado inmigrantes a duras penas conseguimos mantenernos en las cifras. Y eso que trabajo hay, he sacado convocatorias de empleo de garantía juvenil y he tenido que acabar contratando ya no a jóvenes de mi comarca sino de la vecina porque nadie quería.
¿Qué tal funciona el área industrial?
Una parte está casi completa y la segunda se tiene que dotar de servicios y desarrollarse cuando los propietarios quieran. Hemos mantenido reuniones para animarles y estamos urbanizando la calle África: será un nuevo acceso al pueblo, dará servicio al barrio Jesús y a las parcelas industriales.
¿Les beneficiará la instalación de Bon Àrea en Épila?
Al ser colindantes y estar bien comunicados esperamos aprovechar la onda expansiva. Tenemos que prepararnos para que si vienen empresas se puedan establecer y ya estamos tramitando proyectos ganaderos.
¿Por qué decidió ser alcalde?
Desde joven he militado en el PAR y he estado en política desde 1995, que entré como concejal. Siempre he tenido la inquietud por trabajar y aportar cosas a mi pueblo, tanto en asociaciones, como catequista...
¿Irá a por un tercer mandato?
Me animaría pero no lo tengo decidido y no solo depende de mí, sino también de tener un equipo bueno, leal y con ganas de implicarse.