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Santisteve cerró 2018 con el 48% de la inversión sin ejecutar, el peor registro desde que es alcalde

De los 92,7 millones previstos para nuevas obras, quedaron sin utilizar 44. El sellado del vertedero, la prolongación de Tenor Fleta o la mejora del alumbrado, algunas de las partidas pendientes.

El alcalde Santisteve, durante el pasado debate sobre el estado de la ciudad.
El alcalde Santisteve, durante el pasado debate sobre el estado de la ciudad.
Oliver Duch

El gobierno de ZEC fue incapaz de gestionar su propio presupuesto en 2018. No solo dejó sin gastar 67,6 millones de euros de un total de 781,7 (casi un 9%), sino que incumplió ampliamente sus previsiones de inversión: de 92,7 millones anunciados, no se ejecutaron 44, lo que supone que casi un 48% de las partidas para obras acabaron en el cajón. Son las peores cifras desde que Pedro Santisteve se hizo con la alcaldía de Zaragoza en 2015.

El Ayuntamiento publicó este lunes la ejecución presupuestaria de 2018 y sobre un total de 781,7 millones, se utilizaron 714,1, el 91,34%. El retroceso ha sido constante: en 2015 el porcentaje fue del 97,7%; en 2016 del 95,9%; y en 2017 del 93,6%. En definitiva, quedaron sin gastar 67,6 millones de euros, frente a los 49,3 del año anterior.

Los problemas se centran en los capítulos inversores. De los 92,7 millones, ZEC solo se ha gastado el 52,5%. En 2017, el porcentaje fue del 62%; en 2016 del 83%; y en 2015 del 95,5%. No se utilizaron por tanto 44 millones, cerca del 48%. Si se analizan las inversiones reales, que concentran la obra nueva, se usaron 34,1 millones (un 44,53%).

El magro balance que presenta ZEC no solo está vinculado a los problemas de gestión de las obras. Durante el pasado ejercicio ha habido conflictos políticos que han agravado la situación. Uno de ellos fue la expulsión de la mayoría de los concejales de la oposición de las sociedades municipales. PP, PSOE, Cs y CHA respondieron con el bloqueo de parte de las transferencias de gastos a estos entes públicos.

Pero, además, el gobierno ha tenido tensiones con la DGA que han complicado la gestión. Uno de ellos fue el retraso de la autorización autonómica para captar préstamos bancarios, necesarios para financiar las inversiones. Tampoco hubo un acuerdo bilateral con grandes obras como la del sellado del vertedero, que ha supuesto 3,6 millones sin gastar el pasado año.

Esta es la obra más importante, pero no es la única. Proyectos como la prolongación de Tenor Fleta (se han gastado 25.107 euros para el proyecto de los 810.000 previstos) no se ejecutaron. Le ocurrió lo mismo al centro cívico de Rosales del Canal (650.000), a los vestuarios del campo de fútbol del Fleta (892.000), a la renovación de piscinas (400.000) o a los grupos sindicales de viviendas (500.000).

No se utilizaron la mayor parte de los fondos vinculados al remanente presupuestario de 2017, como las de la iluminación led en parques (400.000 euros) y en la calle Corona de Aragón (600.000). También siguen a la espera los parques ‘intergeneracionales’ (300.000), los coches policiales (1 millón), el nuevo software de la Policía Local (900.000), la mejora de la escena urbana del Casco (400.000) o la eliminación de barreras (600.000).

Otro año más no se ha gastado el dinero para reformar las calles de Matheu (300.000), Santiago Lapuente (300.000) o Hayedo (350.000). Por último, fue escasa la ejecución de las partidas del convenio en los barrios rurales, la de los presupuestos participativos o la de renovación de tuberías.

Según fuentes del gobierno, gran parte de las obras que están sin ejecutar tienen una avanzada tramitación que aún no se refleja en la contabilidad. Aludieron a las dificultades que se han producido a lo largo del ejercicio con los préstamos de la DGA o con las inversiones vinculadas al remanente, cuyo plazo de ejecución acaba en mayo y que se aprobaron en la recta final del pasado ejercicio.

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