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La plaza de Lolita Parra, ejemplo de la falta de inversión en Oliver

La Asociación de Vecinos Centenario Oliver reclama una mayor presencia policial en la zona y un mejor mantenimiento de las infraestructuras del barrio, ya que aseguran sentirse “abandonados” de la mano de la Administración.

Falta de inversión en el barrio Oliver
Falta de inversión en el barrio Oliver
Leyre Ruiz

El estado de la plaza de Lolita Parra, en el barrio Oliver, preocupa cada vez más a los vecinos de la zona, que reclaman una actuación para renovar los juegos de la zona infantil y la tala de varios árboles por considerar que corren el riesgo de caer debido a su inclinación.

Este pequeño espacio verde está situado entre la iglesia de San Pedro Apóstol y la calle Antonio Leyva y acoge una zona infantil compuesta por un tobogán y un balancín que están “obsoletos”, considera Antonio García Moreno, presidente de la Asociación de Vecinos Centenario Oliver.

Según García, al contrario de lo que sucede en otras zonas del barrio, el problema en esta plaza no es la falta de limpieza, sino la ausencia de civismo de algunos vecinos. “El operario se lo curra todos los días. Por la mañana, la plaza queda muy limpia, pero por la tarde, parece que es más fácil tirar la basura al suelo que a las papeleras”, lamenta.

Tampoco resulta una tarea sencilla andar por los alrededores del arenero, ya que la grava que lo rodea tiene zonas levantadas y hendiduras a causa del agua y las raíces de los árboles, que son otro de los motivos de preocupación de la asociación. “Hay dos o tres pinos que corren el riesgo de caer dado su grado de inclinación y ya hemos alertado de ello”, añade García, que recuerda que ya han caído varios ejemplares en diferentes puntos del barrio.

No obstante, para García, esta plaza es solo un ejemplo de la falta de inversión que sufre el conjunto de Oliver. “Llevamos tres años abandonados. Aquí no se invierte nada”, considera el presidente del colectivo vecinal.

La mejora de la seguridad vial en la calle Antonio Leyva es otra de las cuestiones prioritarias para la entidad vecinal, especialmente tras la reforma de un tramo de 440 metros de la vía y los accidentes que ahí se han producido en los últimos meses. Tanto la asociación como el Partido Popular han exigido la colocación de ‘cojines berlineses’ o la elevación de los pasos de cebra para frenar la velocidad a la que circulan los vehículos y reducir el número de accidentes y atropellos. Uno de los más graves se produjo el pasado mes de octubre, cuando una anciana de 73 años falleció en el hospital un día después de ser arrollada por un coche.

Durante la reforma de esta calle y para aprovechar las obras que se estaban haciendo, la asociación pidió al Ayuntamiento que soterrara las dos baterías de contenedores que había en el tramo afectado por los trabajos, aunque su propuesta fue desoída. “Los han distribuido a su antojo. Nos emplazaron para estudiar su ubicación, pero esa reunión nunca ha tenido lugar”, asegura García, que ahora reclama la redistribución de los contenedores.

La ampliación de la línea 21 y más presencia policial

Entre las últimas reivindicaciones de la asociación también se encuentra la limpieza de la parte trasera del centro cívico Manuel Vázquez Guardiola y la reparación de la zona de descanso del Corredor Verde, compuesta por tablas de madera. “Algunos de los enganches que las sujetan han quedado al aire. Deberían quitar las tablas rotas porque ya ha habido algún pequeño accidente con niños”, apunta García.

Además, continúan demandando la prolongación de la línea 21 de autobús hasta la calle Ibón de Plan. El representante de la asociación dice que llevan cerca de tres años trabajando en esta ampliación y que, teniendo en cuenta “que la población del barrio ha ido creciendo y expandiéndose”, muchas familias se beneficiarían de este servicio público.

Por otra parte, desde la asociación reclaman una mayor presencia policial en el barrio para evitar problemas de convivencia. “Solicitamos una presencia de los agentes continuada, pero como medida disuasoria, no represiva”, explica García, que considera que la presencia de la UAPO en las calles “daba una mayor sensación de respeto y seguridad”.

Lo que sí que ha hecho el Ayuntamiento de Zaragoza en los últimos meses, según apunta la asociación, ha sido demoler dos parcelas abandonadas, una en la calle Pilar Aranda y otra en Laguna Azorín. Además, a finales de noviembre comenzó a renovarse el arbolado de las zonas comunes del grupo de viviendas Gabriela Mistral.

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