18.000 hogares y comercios zaragozanos deben separar desde hoy la basura orgánica

Casi 18.000 hogares y comercios zaragozanos cambiarán desde hoy –o, al menos, deberían hacerlo– la forma de deshacerse de sus residuos. Comienza en varias zonas del Centro, Universidad y Las Delicias la segunda prueba piloto de la recogida selectiva de basura orgánica, tras la experiencia que desde julio se está aplicando en el barrio del Actur, y que ya ha permitido recopilar ya 177.000 kilos de residuos que antes de Navidad se convertirán en compost para los parques y huertos.

En este caso, el sistema es completamente diferente. En la margen izquierda se instalaron en la calle contenedores de color marrón en los que los vecinos, de forma voluntaria, echan la basura orgánica abriéndolos con una llave. Las viviendas que se suman hoy al proceso en el centro, en cambio, no tendrán contenedores en la vía pública, ya que se trata de comunidades de vecinos que tienen sus propios cubos en los portales. Los vecinos se deben adherir al nuevo sistema de forma obligatoria, aunque de momento no se plantean sanciones en caso de incumplimiento.

El contenedor de los portales será el mismo, pero en él deberán arrojar un tipo de residuo dependiendo del día de la semana: los lunes, miércoles, viernes y domingos deberán tirar la basura orgánica; los martes, jueves y sábados, la denominada fracción resto. En esta categoría se incluye todo lo que no se puede reciclar, es decir, lo que no es basura orgánica, ni papel o cartón (contenedor azul), ni envases ligeros (contenedor amarillo), ni vidrio (contenedor verde de vidrio).

Esta modalidad de reciclaje de basura orgánica requiere de la implicación de los vecinos para conseguir la mayor pureza posible en estos residuos, algo importante para lograr después un compost de calidad. Por eso, el Ayuntamiento lleva semanas con una campaña de información para los vecinos, que ha incluido una carta del alcalde, una pegatina explicativa en los cubos de cada comunidad y la visita de agentes comunitarios a cada vivienda y comercio del área afectada.

¿Qué se debe tirar?

Se han repartido 11.500 cubos marrones de diez litros para que los vecinos los tengan en casa, además de un kit informativo sobre el reciclaje de basura orgánica. En este material se recuerda, por ejemplo, qué desechos se consideran basura orgánica: los restos de comida, de jardinería, de infusiones, los tapones de corcho, las cáscaras de huevo y frutos secos, las cáscaras de marisco, los posos de café, el papel de cocina sucio y los palillos. No se pueden tirar al contenedor marrón, en cambio, los pañales, el material textil, las cenizas, las cápsulas de café, la arena de gato y las toallitas.

Según los estudios que se han realizado, los restos orgánicos suponen «el 40% del peso de los residuos» que generamos. El objetivo de la recogida de estos desechos de forma diferenciada es poder hacer abono de calidad para los campos, huertos y jardines de la ciudad. En el vertedero de Torrecilla ya se está haciendo un tratamiento especial con los que llegan desde el Actur.

La segunda prueba piloto afecta a una amplia zona que, como se ve en el gráfico, queda encerrada entre el paseo de Pamplona, Hernán Cortés, el paseo de Teruel, la avenida de Goya, las calle de Santander, Duquesa Villahermosa, Franco y López, Corona de Aragón, San Juan de la Cruz, Martín Ruizanglada y Gran Vía. Una vez vistos y analizados los resultados de esta prueba y la del Actur, la intención es extender la recogida selectiva de basura orgánica al resto de la ciudad.

Los vecinos que aún no tengan la información de este sistema o el cubo para acumular la basura, pueden pasarse por el punto fijo de información, ubicado en la calle de Hernán Cortés 31 de lunes a viernes entre las 9.30 y las 13.30. Además, esta semana el punto móvil se instalará en el cruce entre Fernando el Católico y la calle de Mariano Barbasán.