El Mercado de las Tres Culturas y los mil sabores
El centro de la capital aragonesa revive su pasado medieval con un fin de semana lleno de actividades
Con más afinidad a 'Juego de Tronos' que de truenos, aunque las tormentas son una amenaza constante durante este sábado en la capital aragonesa, el Mercado Medieval de las Tres Culturas revive el pasado medieval de la ciudad durante este fin de semana con una programación llena de actividades, espectáculo y talleres en sus más de 650 metros lineales de puestos y decoración que evocan la época del medievo en la que convivían cristianos, judíos y árabes.
Desde las 11.00 y hasta las 0.00, el mercado permanecen abiertos durante los tres días de celebración los 148 puestos artesanos tanto para la venta de productos como para la oferta gastronómica que permite degustar un sinfín de comidas: desde cochinillo a bocadillos de longaniza, chorizo, huevos rotos, paella, pulpo...
"¿Eso son huevos con arroz blanco?". "No, son huevos rotos", contestaba el cocinero de una de las tabernas instalada en la calle Dormer, junto a La Seo. Muy cerca de allí, en la calle Cuéllar, el aroma a seta y a trufa conduce a un puesto inconfundible, el de Casa Ubieto, la tienda de Ayerbe especializado en este tipo de productos que también está presente en la edición de este año.
Más de un tercio de estas paradas (59) proceden de Aragón; 41 son aragoneses que venden artesanía variada y 18 son artesanos agroalimentarios. Además, el mercado cuenta con siete tabernas y dos jaimas árabes, ubicadas en el Balcón de San Lázaro.
Los precios son muy variados, desde dos euros, el 'preñado' de longaniza con pan de leña (2,50 si se compran dos); té moruno a dos euros, con regalo del vaso en el que se sirve; patatas fritas artesanas a dos euros; anchoas de Santoña a ocho; o lotes de embutido extremeño desde 10 euros, entre las numerosas ofertas de productos de alimentación que se pueden encontrar en el Mercado.
La artesanía es otro de los puntos fuertes de esta cita medieval,
que cuenta, además, con espacios destinados al aprendizaje y la
participación para profundizar en el arte medieval y experimentar prácticas artesanas en talleres como el de torno de madera a pie, aula de caligrafía histórica, cota de mallas y flechería, talla de bolaños, taller de pan (para niños), artillería en la edad media, taller de cerámica sefardí, de hilandería de lana, de cuero, de Alfarería...
"Yo he hecho una estrella mudéjar", decía uno de los niños del taller de alfarería mientras señalaba a la palma de su padre, que sostenía la pieza de barro realizada. La plaza de San Bruno está dedicada a los más pequeños, donde pueden disfrutar de juegos medievales infantiles, actuaciones teatrales, tiovivo, música, malabaristas y pasacalles.
Allí también se puede sentir el poder al ocupar el 'trono de hierro', a imagen y semejanza de la serie 'Juego de Tronos' (un euros sin vestimenta medieval; dos, con ella). "Me voy a hacer la foto pero que conste que esta temporada me está defraudando", decía Luis a sus amigos antes de colocarse para el posado 'real'.
- Consultar la programación completa del Mercado Medieval de las Tres Culturas.