Analizar las amenazas terroristas a las que se enfrentan las sociedades democráticas y tratar de buscar respuestas para contribuir a su combate y eliminación son los objetivos de las III Jornadas Internacionales de Terrorismo que se inauguraron ayer en las Cortes. Organizadas por la Fundación Manuel Giménez Abad y dirigidas por el profesor Rogelio Alonso, han logrado reunir a más de ciento cincuenta expertos internacionales en la lucha terrorista, que debatirán a lo largo de dos días sobre las similitudes y diferencias entre el terrorismo global de Al Qaeda y el de ETA.

La organización yihadista centró ayer la primera jornada. Los expertos Jarret Brachman, del Centro Combatiendo el Terrorismo de West Point, y Assaf Moghadam, de la Universidad de Harvard, alertaron de que Al Qaeda ha encontrado en internet una "herramienta muy útil para incrementar su publicidad y popularidad". No obstante, auguraron que esta está "destinada a morir" y se mostraron partidarios de dejar que "sus propias fisuras la destruyan" antes que desarrollar "una postura intervencionista".

Mientras, el experto en estrategia Michael Smith y el detective de Irlanda del Norte William Matchet disertaron sobre los errores en la predicción de amenazas y las graves consecuencias de la subestimación de riesgos por parte de los servicios de inteligencia. Aunque tras los atentados del 11-S de Nueva York, 7-J de Londres y 11-M de Madrid, se "valoran mejor los riesgos", aún "no se ha disipado el peligro de minusvalorar" las amenazas. Ambos se cuestionaron además sobre cómo combatir el terrorismo y preservar la seguridad manteniendo al mismo tiempo los derechos humanos.

Las jornadas continúan hoy con la participación del presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, quien hablará sobre "La respuesta judicial frente al terrorismo en España". También se abordará el papel de las fuerzas armadas y la coordinación intraestatal e interestatal frente al terrorismo. Las víctimas estarán representadas por el ex consejero vasco Joseba Arregui y la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua.