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Una mujer da a luz en casa y sin ayuda

Valvanera Núñez, de 28 años, demostró su gran valentía tras dar a luz a una niña en su propia casa, y sin las atenciones de un médico. Tanto la madre como la hija, ingresadas en el Clínico, se encuentran en perfecto estado. La Policía Nacional y una UVImóvil de Bomberos asistieron a la madre cuando esta ya había dado a luz.

Valvanera con su hija Alma Candelas en brazos. También en la foto, los abuelos de la niña.
"Me gustaría encontrar a los policías que me salvaron la vida al nacer en casa"
José Miguel Marco

"Alma Candelas" no es un grupo musical, ni el título de una representación teatral. Es el nombre de la niña que nació ayer en el patio de su casa, un chalet ubicado en un desvío de la carretera de Logroño, exactamente el camino de los embalses.

Su madre, Valvanera Núñez, dio a luz sola, sin la ayuda y atención de un médico.

Pero, minutos después del parto, una UVImóvil de bomberos y miembros de la Polida Nacional, tras recibir la llamada de la parturienta, llegaron a su domicilio para socorrerla, aunque el bebé ya había salido del vientre de su madre.

La llegada al mundo de la pequeña Alma Candelas empezó a la 7.55 de la mañana de ayer.

"Cuando mi marido salió de casa a las 7.45 yo me encontraba perfectamente y ni siquiera había roto aguas. Sin embargo, diez minutos después, cuando fui al baño, vi que algo raro me sucedía", explicó Valvanera Núñez. "Lo que no podía imaginar es que en veinte minutos iba a tener a mi hija en brazos", añadió.

En ese momento, cuando Alma daba sus primeros empujones para salir al exterior, Valvanera, su madre, se encontraba en casa en compañía de sus otros dos hijos, una niña de ocho años y un niño de cuatro. "Desperté a mi hija y le dije que avisara a mi tía que vive cerca de mí y mientras venía mi familia, llamé a la policía porque veía que el parto iba a ser muy rápido", explicó la feliz mamá.

"Me senté en una silla del patio y con tan solo dos empujones el bebé salió". Según explicó la madre, ninguno de sus dos partos anteriores había sido tan fácil.

Alma Candelas lloró

"¡La niña no respira, la niña no llora! ¿Qué le pasa a mi hija?". Estas fueron las primeras palabras que Andrés Conde y José María Mavilla, los policías que llegaron al lugar, escucharon decir a Valvanera Núñez. Uno de ellos, tal y como se ve en las películas, cogió a la pequeña en brazos y le dio en el culo hasta que Alma Candelas echó a llorar. "Fue entonces cuando la madre sonrió", afirmó Andrés Conde.

Minutos después de que llegaran los policías al lugar de los hechos, apareció también la UVImóvil de bomberos, en la que viajaba un médico y un enfermero. El Cuerpo de Bomberos de Zaragoza actuó tras recibir una primera llamada de la Policía Local, que informó al servicio sobre el parto de una mujer.

"Cuando llegamos la niña ya estaba fuera del vientre de la madre, así que le cortamos el cordón umbilical y prestamos los primeros auxilios a la madre y a la niña recién nacida", explicó Armando, médico de bomberos. El titular del servicio comentó que el parto había sido rápido y sin complicaciones.

Los miembros de la UVImóvil pusieron a Valvanera en la camilla y a la niña la envolvieron en una manta isotérmica de las que utilizan bomberos. "La niña se encontraba en perfecto estado y pesó cerca de tres kilos", afirmó el médico.

Los miembros de la Policía Nacional recibieron a los 8.10 minutos la llamada de Valvanera avisando de que estaba de parto y necesitaba ayuda. "Inmediatamente dimos la alarma a los coches patrulla y el que más cerca se encontraba se acercó al lugar del nacimiento de la niña", explicó uno de los policías.

"Cuando llegamos a la casa, nos encontramos a una mujer envuelta en sangre con una niña en los brazos", afirmó Andrés Conde, uno de los asistentes de la parturienta. Según explicaron los policías, Valvanera estaba muy nerviosa porque la niña no lloraba.

Así que ellos le dieron unas palmadas hasta que reaccionó. "La madre comenzó a sonreír cuando vio que su hija se movió y echaba sus primeras lágrimas", comentaron.

En los 24 años de servido de José María Mavilla y los 21 de Andrés Conde no se había vivido un caso así, según afirmaron. "Estaba asustado y no sabía qué hacer. Yo nunca había asistido a un parto y todo lo que vi era nuevo para mí", explicó Conde. "Lo que más me impresionó fue la valentía y la fuerza de la madre, aunque estaba muy asustada", añadió.

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