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Preparan el bombeo de agua al pantano de Calanda

El embalse, bajo mínimos históricos, recibirá agua de un pozo cercano en agosto, si bien la CHE vigilará la afección al Guadalope.

Arrazola -en primer término- y técnicos de la CHE, ante el pozo en el entorno del pantano.
Arrazola -en primer término- y técnicos de la CHE, ante el pozo en el entorno del pantano.
H. A.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ya tiene fecha para extraer agua de uno de los pozos de la cola del embalse de Calanda y mejorar así las reservas de este pantano, bajo mínimos históricos respecto a los últimos 20 años al estar a solo el 22% de su capacidad. Será en la primera quincena de agosto y durará 21 días en los que el organismo de cuenca confía en poder bombear al embalse bajoaragonés algo menos de medio hectómetro cúbico.

La sequía que padece la Cuenca del Guadalope, que ha obligado a los agricultores de la comarca a reducir los turnos de riego, ha llevado a la CHE a poner en marcha medidas especiales, como es la extracción de agua del subsuelo en la zona. Si el bombeo funciona, todavía se podría salvar la cosecha de melocotón tardío que se obtiene en el territorio.

El presidente de la CHE, Carlos Arrazola, visitó este lunes los trabajos preparatorios para llevar a cabo el bombeo en los próximos días. Estuvo acompañado por el presidente de la Junta Central de Usuarios del Guadalope, José Fernando Murría, con quien recorrió la zona por donde discurrirá el agua extraída y su llegada al río Guadalope, que alimenta, a su vez, el pantano de Calanda.

Arrazola destacó que la extracción tendrá carácter de «ensayo» y se vigilará en todo momento, en cuatro puntos del curso del Guadalope, que el bombeo no derive en un baipás en el que el agua provenga del río en lugar del acuífero, pues no resultaría efectivo. "Si disminuye el caudal del río, no será una alternativa válida", subrayó el presidente de la CHE. Además, el estudio deberá descartar el daño ambiental en el Guadalope y en los manantiales cercanos.

La actuación de ayer consistió en introducir una cámara de vídeo en el sondeo del pozo Masía Nueva 2, abierto por Endesa en 2007 con el objetivo de encontrar agua ante el temor de que una sequía mermara las reservas del pantano llegando a perjudicar la actividad de la central térmica de Andorra.

El pozo, con una profundidad de 400 metros, podría aportar un caudal de 250 litros por segundo. Carlos Arrazola destacó la colaboración tanto de Endesa -propietaria del pozo- como del Ayuntamiento de La Ginebrosa -término municipal en el que se localiza el sondeo-, el Instituto Aragonés del Agua y la Demarcación de Carreteras, para haber logrado agilidad en la puesta en marcha de los trabajos preparatorios del bombeo.

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