El fiscal delegado de Ciberseguridad en la Audiencia de Teruel, Ángel Julián, advierte de que la cifra de delitos informáticos en la provincia de Teruel podría ser superior a la registrada en otros territorios. Expone su apreciación tras contrastar datos con fiscales de otras zonas del país que afirman no tener sobre la mesa tantas causas por engaños en Internet, especialmente en lo que se refiere a grandes estafas por ofertas de inversión.

Ángel Julián achaca la mayor delincuencia informática en la provincia a un elevado uso de Internet para hacer compras, y ello debido, a su vez, a la escasez de tiendas físicas en muchos municipios. Explica que la población turolense está "más familiarizada" que las de otras áreas españolas con el comercio a través de redes sociales, lo que aumenta su exposición ante posibles estafadores "y, por estadística, el riesgo a caer en la trampa".

Para el fiscal de delitos informáticos hay otro motivo, como es la excesiva confianza hacia un supuesto vendedor o a quien ofrece una inversión de alta rentabilidad. "Veo casos en los que la gente se lanza a comprar algo sin saber siquiera si existe, cuando lo normal es ver el producto antes", afirma Julián. El fiscal señala que, especialmente en el Bajo Aragón, la idiosincrasia de las personas las hace más propicias a ser víctimas de engaños. "Es una gente muy noble, abierta y confiada y por eso, en ocasiones, pueden encontrarse con estafas que no se ven en otros lugares del territorio nacional", sostiene.

Casi dos nuevos asuntos al día

En lo que va de año, los delitos cibernéticos en Teruel se han incrementado de un 30% a un 40% respecto al mismo periodo de 2023. Esto supone que cada mes llegan a la Fiscalía medio centenar de denuncias, casi dos por día, sin contar las que resuelven por sí mismos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. "Casi todos los delitos contra el patrimonio ya se están produciendo por vía telemática", alerta el fiscal.

Según Julián, este aumento, del que no escapa el resto del país, se está haciendo "tan inasumible" por la justicia, que esta va a distinguir entre delitos puramente informáticos, como la manipulación de una cuenta bancaria, de las meras estafas que se han producido siempre, pero que ahora se cometen por internet, como una compra-venta fraudulenta. Esto permitirá una resolución más ágil de los delitos sencillos y que los agentes especializados puedan centrarse en asuntos complejos.

El fiscal turolense recomienda "desconfiar" de llamadas telefónicas o mensajes en los que se piden datos bancarios. "Siempre es mejor realizar las gestiones presencialmente", subraya Julián. Otro de sus consejos es rechazar ofertas de negocios supuestamente rentables formuladas por desconocidos a través de una llamada de teléfono.

No pinchar nunca en un link sospechoso es también una medida de seguridad. Julián afirma que en la época vacacional arrecian las estafas telemáticas, en particular, los intentos de los ciberdelincuentes para obtener información confidencial y acceder a los datos de las tarjetas de crédito. "Pueden pillarnos lejos de casa, cuando somos más dependientes y vulnerables y así obtener más beneficio", advierte.

Ángel Julián aconseja denunciar "siempre" las estafas –hay quien no lo hace por temor a ser ridiculizado–, pues cada vez está siendo más sencillo identificar al que está detrás del engaño. Destaca que, en el caso de las extorsiones por Internet, estas se resuelven "casi al 100%".