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Teruel presume de cantera vaquillera: "Queremos que nuestro hijo viva la fiesta desde el primer día"

Más de 100 bebés han recibido un pañuelo rojo, símbolo de la fiesta, de manos de la alcaldesa de la ciudad

Teruel entrega a más de 100 bebés nacidos en el último año su primer pañuelo rojo de la Vaquilla
Teruel entrega a más de 100 bebés nacidos en el último año su primer pañuelo rojo de la Vaquilla
Javier Escriche

Teruel ha exhibido este jueves su fuerza vaquillera con la entrega a más de 100 bebés nacidos en los últimos 12 meses de su primer pañuelo rojo, símbolo de la fiesta grande de la ciudad. La alcaldesa, Emma Buj, junto con el concejal de Festejos, Eduardo Suárez, y el presidente de Interpeñas, José Miguel Cañada, han sido los encargados de colocar los pañuelos en el cuello de los niños en una plaza del Torico repleta de emocionados padres con sus hijos en brazos y en la que era imposible no tropezar con alguno de los carritos infantiles.

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La alcaldesa, Emma Buj, coloca el pañuelo a un niño.
Javier Escriche

La larga fila de los nuevos vaquilleros que esperaban su primer pañuelo llegaba hasta el final de la calle del Tozal, a lo largo de decenas y decenas de metros en los que los lloros y las risas de los bebés se confundían con el bullicio de las fiestas en las que está inmersa Teruel.

"Nos gusta mucho la Vaquilla y queremos que nuestro hijo la viva desde el primer momento", explicaban Sonia y Jorge, con su vástago, Raúl –nacido hace solo mes y medio–, dormido plácidamente. Otra pareja, Aína y Antonio, mostraban a su retoño, Ander, de 10 meses, vestido con una camiseta personalizada en la que se leía ‘Mucho majo’.

Tras cinco años en Teruel, los venezolanos Diana y Domingo confesaban haberse hecho vaquilleros "de arriba abajo" y esperaban el pañuelo para su bebé, Keith, de 11 meses. Christian Hernández, un joven papá turolense, llevaba en sus manos a su hija Iris, que con solo un mes de edad se esforzaba por mirar a su alrededor. "Hay que seguir la tradición, es importante para todos", afirmaba el progenitor.

María  Blasco vive en Valencia, pero sus raíces turolenses le tiran y este año más que nunca, tras haber nacido su hija Pilar, ahora de 10 meses. Con ella esperaba en la fila, al final de la calle del Tozal, su turno para recibir el pañuelo. "Este acto me hacía muchísima ilusión; pienso guardar el pañuelo para siempre; soy vaquillera desde que nací y espero que Pilar lo sea también", ha explicado.

Tradición

La alcaldesa no ocultaba su alegría al ver el elevado número de padres con niños que aguardaban para recibir el pañuelo en el acto conocido como 'Mi primera Vaquilla', convertido en una tradición a los pocos años de haberse iniciado. 

"Es siempre un éxito rotundo. Está muy claro que la Vaquilla tiene asegurado el relevo generacional", ha subrayado Emma Buj. La alcaldesa ha destacado que, si antes se decía que los niños vienen con un pan bajo el brazo, "ahora llegan con un cheque de 500 euros, el que otorga el Ayuntamiento a los padres para comprar en comercios de la ciudad". 

Buj ha mandado un mensaje a los niños y es "que vivan la Vaquilla desde el minuto uno". Ha recordado que ella vistió a sus hijos con el atuendo tradicional desde muy pequeños y ha animado a otros padres a hacer lo mismo.

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