José Moliner, director de Tarmac: "La DGA nos decepciona con sus planes en el aeropuerto de Teruel"

Acaba de ser nombrado director general de Tarmac Aragón, la principal empresa del aeropuerto de Teruel, pero su vinculación con esta infraestructura aérea se remonta a sus orígenes. ¿Cuál fue su papel?

La Consejería de Transportes recurrió a Aragón Exterior en 2008, cuando yo era su director de atracción de inversión extranjera, para que buscáramos una empresa que se implantara en el aeropuerto de Teruel. De ahí mi colaboración para promocionar el aeropuerto por el mundo. Definimos el eslogan de «The Bigest MRO Platform in Europe» –la Mayor Plataforma de MRO (mantenimiento, reparación y operaciones) de Europa– y fuimos por ferias a Estados Unidos a buscar una compañía que se estableciera.

¿Con qué resultados?

Encontramos una empresa canadiense que tenía interés en instalarse y a Tarmac Aerosave, que acababa de iniciar las operaciones en Tarbes (Francia). El Gobierno siguió la negociación con Tarmac hasta su implantación. Y luego esta empresa me propuso incorporarme como director comercial, con lo que, hace 12 años, fui su primer empleado en Teruel.

¿Se han cumplido sus expectativas al poner en marcha el aeropuerto?

Se han superado. Todo el equipo que lanzó el aeropuerto de Teruel éramos muy optimistas, pero las expectativas se han sobrepasado con creces.

¿Cuál ha sido el papel de Tarmac en el desarrollo del aeropuerto?

Tarmac fue la mejor empresa que podía venir al aeropuerto, donde gracias a ella han llegado más de 500 aviones, donde hemos invertido más de 35 millones de euros y donde trabajamos actualmente 400 personas directamente.

Pero la plantilla de Tarmac Aragón es de 220 trabajadores.

Pero, con un acuerdo de colaboración, hemos traído a Airbus, que está trabajando en el hangar con capacidad para dos A380 –el mayor avión de pasajeros actual– con 160 personas más, eso ya hace cerca de 400 empleos.

¿Qué cambios va a haber con el relevo al frente de Tarmac?

Todos mis predecesores hicieron un gran trabajo. Pedro Sáez hizo un grandísimo trabajo de crecimiento de la compañía y ahora se trata de construir sobre lo construido. La actividad de estacionamiento está más baja, porque todos los aviones están volando. Nuestra intención es potenciar el mantenimiento aeronáutico no ligado al estacionamiento y seguir con el reciclado de aviones, donde somos líderes mundiales. Y luego tenemos un nuevo hangar con capacidad para un A380 que se está acabando y que utilizaremos a partir de agosto para mantenimiento.

¿Cuántos operarios necesitará el nuevo hangar de Tarmac?

Tenemos un plan de contratación de 40 personas en 2024, con lo que llegaremos a 260 empleados directos.

¿Podría tener dificultades para completar la plantilla como en anteriores ampliaciones?

Es difícil encontrar perfiles muy cualificados. Hay mucha demanda de técnicos de mantenimiento aéreo y es complicado cubrir determinados puestos, pero al final siempre lo conseguimos.

Tarmac trasladó a sus servicios jurídicos la reciente licitación de ocho hectáreas del aeropuerto para montar una nueva planta de reciclado de aviones. ¿Ha decidido qué va a hacer al respecto?

Todavía no. Lo que sí que es seguro es que no nos vamos a presentar a ese concurso, porque consideramos que va en contra de lo acordado en nuestra concesión. Hemos ayudado al desarrollo del aeropuerto, que nos dio la exclusividad de las actividades de estacionamiento, mantenimiento y reciclado de aviones.

¿Recurrirán esa licitación?

Lo estamos estudiando. Es posible, sí.

¿Se sienten traicionados por esa licitación?

Traicionados no. Decepcionados sí.

Si finalmente se instala una nueva planta de reciclado en el aeropuerto, ¿Tarmac se podría replantear la continuidad en Teruel?

Nosotros vamos a seguir aquí en Teruel, pero la llegada de otra planta de reciclado pone en peligro nuestra actividad. No entendemos por qué se quiere romper el actual modelo de éxito, que ha sido un referente nacional, europeo y mundial. Yo creo que hay que reconocer lo realizado y respetar lo acordado. La posible llegada de un nuevo operador de desmantelamiento va en contra de la concesión. Cuando hay dos operadores en el mismo emplazamiento, hay problemas de distorsión en el mercado y de confusión, hay competencia con clientes, precios y recursos humanos. Hemos tenido ofertas de otros aeropuertos, como los de Castellón, Lérida y Ciudad Real, y no nos hemos ido, porque estamos muy bien aquí.

¿Cómo les afectaría la posible llegada de un competidor?

La colaboración con el gobierno de Aragón ha sido muy positiva, pero el secreto ha sido la exclusividad. Es una marca asociada al aeropuerto, donde hemos cumplido con creces nuestros compromisos.

¿El incremento de la actividad aérea ha reducido el número de aviones estacionados, que llegó a un máximo de 130?

Ahora tenemos en torno a 40 aviones. Hemos hecho un gran esfuerzo de salida de aviones desde 2021. Han partido en torno a 100 unidades.

¿Va a repercutir negativamente en la plantilla esta caída del estacionamiento?

No. Tenemos tres actividades que se compensan una con otra sin prescindir de nadie. Cuando la economía va mal, el estacionamiento es alto y, cuando la economía va bien, el mantenimiento y el reciclado de aviones crecen.

Con esta baja ocupación de la campa, ¿ampliarla en 194 hectáreas como está previsto con el PIGA tiene sentido?

Para nosotros, no. Nosotros con la covid, cuando había una gran demanda, hablamos con el aeropuerto para ampliar la campa, pero luego les comunicamos que no teníamos interés porque el estacionamiento va de bajada. Nos preocupa que la nueva parcela de 70 plazas de parking en licitación esté enfrente de la destinada a la nueva planta de reciclado. Parece que se quiere duplicar nuestro modelo y eso nos preocupa mucho.

¿Cuál es la actividad de reciclado de Tarmac actualmente?

Ahora que hay mucho vuelo el reciclado aumenta, porque se requieren más piezas de recambio. De nuestros 220 trabajadores, 35 se dedican a esta actividad.

¿Cuántos aviones pasarán por la planta de desmantelamiento en 2024?

En torno a 25, entre ellos varios A380. Será el récord anual de aviones desmantelados.