La asociación para la Recuperación del Patrimonio de Valderrobres (Repavalde) ha recogido 4.500 firmas para solicitar a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) la limpieza del cauce del río Matarraña. Los vecinos temen que el gran volumen de maleza y arbustos que se acumulan en el lecho del río puedan provocar daños en caso de una gran avenida. Repavalde recopila también firmas en otras localidades ribereñas y las presentarán en la Consejería de Medio Ambiente y en la CHE. Demandan que pueda actuarse en puntos clave del río que antaño eran accesibles y que ahora se encuentran "invadido s" de distintas especies leñosas, además de árboles de gran tamaño, como chopos y especialmente el sauce arbustivo.

Denuncian además que en los últimos años se han denegado la práctica totalidad de las actuaciones de limpieza que se han solicitado en muchas de las fincas colindantes. Explican que la maleza y la vegetación han invadido buena parte de las riberas. Temen por ello que cuando se produzca una riada la gran cantidad de material vegetal existente pueda agravar las consecuencias, obstruir puentes y azudes y provocar daños de distinta consideración. "Para nosotros el río es fuente de vida. Pero ahora mismo pensamos que el actual estado del río en caso de una gran avenida, que tarde o temprano se producirá, es un riesgo", explicó Antonio Segura, presidente de Repavalde.

Exigen, como mínimo actuar a lo largo de un kilómetro agua arriba y aguas abajo de los puentes de Valderrobres ya que, aseguran, de no tomar medidas cualquier riada puede acarrear graves consecuencias. Denuncian además la presencia de distintas especies invasoras y añaden que el exceso de vegetación, además de constituir una amenaza, dificulta el desarrollo de otras especies piscícolas. Argumentaron que la situación se agravó en los años 90 cuando aumentó el nivel de protección del ecosistema fluvial. Explicaron que desde entonces se redujeron al mínimo los distintos aprovechamientos del cauce, como grabas y cantos rodados, cañas y matorral.

Además de no poder actuar en el río, vecinos y miembros de la asociación manifestaron que la falta de lluvias de los últimos años ha agravado la situación porque, al no producirse avenidas importantes, la vegetación ha ido ganando cada vez más terreno y las orillas del río son inaccesibles en buena parte de la ribera a su paso por Valderrobres. Añadieron también que la alta concentración de nitratos en algunos de los manantiales y acuíferos favorece un mayor desarrollo de arbustos y plantas leñosas en el lecho.

Recordaron que situaciones similares se vivieron recientemente en otras cuencas hidrográficas con graves consecuencias al paso de la DANA de principios de otoño. "Nos tememos que aquí pueda pasar como en el río Francolí (Tarragona). El estado del Matarraña recuerda mucho al que presentaba aquel río que con la gota fría acumuló enormes cantidades de materia orgánica en puentes e infraestructuras", añadió Segura.

Pese a que ha sido en los últimos meses cuando la sequía ha agravado el problema, la asociación manifiesta su preocupación desde hace cuatro años. "No queremos depredar el río, solo conseguir que con pequeñas actuaciones los vecinos podamos volver a disfrutar de él y que en caso de riada no haya que lamentar daños mayores", explicó por su parte Juan José Moreno, miembro de Repavalde.