No hubo ningún cambio sobre lo previsto, pero el comité regional del PSOE en el que se ratificó -por unanimidad- a la candidata a la DGA, Eva Almunia, pasó de ser un acto político a darse rienda suelta a las emociones, los elogios y los agradecimientos. A lograr ese ambiente -solo 'roto' por la reivindicación de su cuota del secretario provincial de Zaragoza, Javier Lambán, que mostró su apoyo total a Almunia-, contribuyeron las palabras de la número 3 del PSOE, Leire Pajín; del líder de los socialistas aragoneses, Marcelino Iglesias; y de la candidata.

Lograda la tantas veces proclamada cohesión del partido, que todos destacaron como "un valor" para ganar las elecciones, Pajín se dedicó a ensalzar las figuras de Iglesias y Almunia, a la que le une una estrecha amistad. Del primero (lo comparó con José Antonio Labordeta por "su capacidad de sumar y de diálogo"), dijo que es "uno de los mejores valores de toda España", alabó su lealtad y elogió su labor de "transformación" de Aragón, que anheló para su comunidad (la valenciana).

A Eva Almunia, que la definió como "una mujer coherente", le auguró una etapa "aún mejor" de la que ha protagonizado su antecesor. "Con todos vosotros, es la mejor garantía de lo que nos queda por vivir", dijo. "Tiene suficiente humanidad para emocionarse y cimientos, experiencia y conocimiento para garantizar el futuro", reiteró la secretaria de Organización del PSOE, que confesó sentirse "tranquila" tras el relevo.

Iglesias advirtió de que empieza "un tiempo nuevo", insistió en que es "la candidata de todo el partido" y se dedicó a dar consejos a Almunia. No obstante, le avisó de que tiene que "poner en marcha una nueva personalidad" y tener "un nuevo estilo". Y acabó, en tono de despedida, agradeciendo el apoyo del partido durante todo su mandato.

Emocionada, Eva Almunia dijo sentirse "una candidata muy fuerte" gracias al respaldo del partido, al que aseguró le pedirá cosas. Avanzó que continuará el proyecto emprendido por Iglesias basado en "el respeto, la lealtad y el trabajo de todos" con "políticas emocionantes" y destacó su "ilusión" por ser la primera mujer socialista aspirante a la DGA. Pero también tuvo palabras para su antecesor: "No vamos a prescindir de ti porque te necesitamos. Aceptaré tus consejos. Es nuestro mejor referente". Concluyó su discurso -más emocional que político- animando a los asistentes a "seguir defendiendo este proyecto".