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TRÁFICO

Más de 2.000 conductores aragoneses han sido juzgados en un año como delincuentes viales

La reforma del Código Penal fija penas de cárcel para quienes circulan ebrios, sin carné o de forma temeraria.

Durante el último año, más de 2.000 conductores aragoneses han tenido que pasar el mal trago de ser detenidos y juzgados como presuntos delincuentes viales. Aunque muy pocos han llegado a ingresar en prisión, la inmensa mayoría han sido condenados y cuentan ya con antecedentes penales. Son las consecuencias de la última reforma del Código Penal, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2007. Este primer balance sirve además de aviso para navegantes, ya que recuerda que una copa de más o una licencia con el acelerador puede llevar a cualquiera al calabozo.


Lo que hasta hace un año se consideraban infracciones graves y se despachaban con una denuncia administrativa, son ahora conductas tipificadas como delito y se castigan con prisión. Hablamos de circular bajo la influencia del alcohol (se imputa el delito siempre que la tasa sea superior a 0,60 mg/l, y también con valores inferiores cuando el agente argumenta otros síntomas evidentes) o afectado por cualquier tipo de droga. También se abren diligencias a aquellos conductores que se niegan a soplar en el etilómetro o a que se les extraiga sangre, así como a los que circulan a una velocidad temeraria (cuando se rebasa en 60 o 80 kilómetros el límite establecido, según sea en casco urbano o en carretera).


Por último, y desde el pasado 1 de mayo, se castiga también como delito el hecho de circular sin el correspondiente permiso: por no haberlo obtenido nunca, por haber perdido los doce puntos, o por tenerlo retirado por un juez.


Un informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) advirtió en marzo de 2006 que el endurecimiento de las sanciones podría llevar ante el juez a casi 2.000 aragoneses cada año. Y aunque su vaticinio parecía entonces desmesurado, lo cierto es que ha terminado quedándose corto.


De hecho se ha rebasado esa cifra solo con las diligencias abiertas por la Policía Local de Zaragoza (entre el 1 de diciembre de 2007 y el 30 de noviembre de 2008) y con parte de las detenciones practicadas por la Guardia Civil de Tráfico en Aragón (el Observatorio de Seguridad Vial solo ha facilitado el número de arrestos por circular influenciado por el alcohol o sin carné, entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de 2008).


Sumando los conductores 'cazados' por los municipales de la capital aragonesa, 1.509, y los detenidos por las patrullas de Tráfico en las carreteras de la Comunidad, 583, la cifra de delincuentes viales asciende a 2.092. Sin embargo, la cantidad se incrementaría si sumásemos también los arrestos que han practicado las policías locales del resto de ciudades y municipios aragoneses, incluidas las capitales de Huesca y Teruel.


El Ministerio del Interior vendió la reforma del Código Penal como la gran herramienta para acabar con las actitudes temerarias al volante, ya que por primera vez se introducían las penas de cárcel como castigo. El tiempo ha confirmado que la prisión solo se aplica en los casos muy extremos, cuando coinciden imprudencias realmente graves y víctimas mortales.


La mayoría de los detenidos comparecen en un juicio rápido y se conforman con la pena solicitada por el fiscal, ya que de esta manera el castigo se reduce en un tercio.


Casi 1.500 detenidos por alcohol

El consumo de alcohol al volante sigue siendo una preocupante realidad. Aunque cada vez son más los conductores que asegurar no probarlo cuando se suben al coche, las estadísticas demuestran que las palabras no siempre se traducen en hechos. Solo así se explica que en este primer año la Policía Local de Zaragoza haya arrestado y abierto diligencias a 975 personas por circular ebrias (457 de ellas, dieron una tasa superior a 0,60 mg/l al someterse al etilómetro). Los controles preventivos de la Guardia Civil de Tráfico han permitido detectar a otros 450 conductores bebidos en la red viaria aragonesa. El mero hecho de negarse a realizar la prueba de alcoholemia conlleva ahora la imputación de un delito. Y por este motivo, en los últimos doce meses, han sido arrestadas y citadas para juicio rápido un total de 77 personas en Zaragoza. Lo que quizás muchos conductores todavía no sepan es que negarse a colaborar puede tener un doble castigo, ya que además del delito de negativa a la prueba se les puede imputar el de influencia. Porque aunque no cuenten con una tasa objetiva que hacer constar en sus informes, los funcionarios de Policía o de la Benemérita pueden reconocer otros síntomas de embriaguez en el conductor: ojos rojos, voz pastosa, desorientación, etc.


La cerveza, el vino o los combinados no son los únicos que pueden disminuir los reflejos del conductor.. El consumo de estupefacientes actúa también de forma notoria sobre el mismo, por lo que también se tipifica como delito. La Policía Local de Zaragoza ha arrestado por este motivo a otras 27 personas.


El número de denuncias por infracciones graves de tráfico venía siendo de unas 91.000 al año en Aragón. El 25 % de estas se imponían por superar los límites de velocidad, y de este porcentaje unos 450 eran excesos muy graves. Por este motivo, se preveía una cifra importante de detenciones por delitos relacionados con la velocidad. Sin embargo, las primeras estadísticas han sido muy discretas. El Observatorio Nacional de Seguridad Vial no ha facilitado la cifra de arrestados en Aragón, pero contamos con el balance de la Policía Local de Zaragoza. Y durante el último mes de 2007 y los once primeros de 2008 tan solo han sido juzgados por este delito 17 conductores, que fueron sorprendidos circulando a más de 110 kilómetros por hora por el casco urbano de la capital aragonesa.


Muchos conductores sin carné

Pero si hay un dato que ha sorprendido a casi todos es el elevado número de personas que circulan sin carné por nuestras calles y carreteras. Y desde el pasado 1 de mayo, hacerlo puede suponer una pena de prisión de 3 a 6 meses o una multa de 12 a 24 meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.


Según los datos de la Policía Local de Zaragoza, cada día de la semana se están detectando un par de casos, lo que sumado supone que en siete meses han sido detenidos 413 conductores sin permiso. De ellos, 279 no se habían presentado nunca al examen, 86 habían perdido los doce puntos y sobre 45 pesaba una sentencia judicial que les impedía circular. Durante este periodo, la Guardia Civil ha arrestado a otras 133 personas en carretera.