Catedral de huesca
Un campo de trabajo descubre nuevos restos arqueológicos en el subsuelo de la catedral de Huesca
Quince jóvenes han completado la séptima campaña estival de excavaciones bajo la dirección de Julia Justes.
Quince chicos y chicas de entre 14 y 22 años han participado en la séptima edición de 'Tras sus huellas', un programa de voluntariado que organiza la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Huesca y que tiene como objetivo descubrir y ayudar a cuidar el patrimonio de la cuidad.
Hace seis veranos que se iniciaron las excavaciones arqueológicas en el entorno de la catedral oscense para conocer su evolución a través de los años. Desde 2018 se han descubierto restos románicos, medievales y andalusíes, y este año ha habido nuevas sorpresas.
Al frente de la excavación desde su inicio ha estado la arqueóloga Julia Justes: "Hay un grupo de chavales que son prácticamente fijos, entorno al 50 o 60%", lo que según la directora facilita el trabajo "porque este entorno ya lo conocemos ya que es la séptima campaña que llevamos aquí".
Este año han descubierto una "cimentación muy importante". Se trata de un muro de gran entidad de casi un metro de grosor y por la forma en la que están colocados los sillares "creemos que es alto medieval, de en torno al siglo X", explica Julia Justes. "Son unos sillares cuadrados que se colocan a tizón, alargados, del tipo de la muralla de Huesca". Además, han terminado de documentar un molde para fundir campanas que ya salió hace dos años.
Justes valora que a los jóvenes participantes "les atrae el patrimonio pero lo que de verdad les interesa es la convivencia". "Ojalá se dediquen al patrimonio porque necesitamos relevo, pero con que aprendan a respetarlo y a apreciar su valor, yo ya me doy por contenta", admite.
Durante los 15 días que dura el campo de trabajo, se alojan en el Seminario Conciliar de la Santa Cruz. Por la mañana están en la excavación y por la tarde, tienen actividades lúdicas propias de un campamento juvenil.
Emma Querol, de 22 años, lleva participando desde el primer verano del campo de trabajo como monitora. "Es un gustazo trabajar con los chavales porque se animan mucho unos a otros", subraya. También recuerda que "las amistades que se forman aquí las mantienen el resto del año".
