Huesca

Cortan la N-240 y desalojan viviendas por la detonación en Huesca de un obús de la guerra

El artefacto se encontró en las obras de la A-23, en la zona de Estrecho Quinto. Pesaba 100 kilos y fue destruido por los Tedax con apoyo de los bomberos, que excavaron un agujero en la tierra para enterrarlo.

Hubo que excavar un poco para enterrar el obús.
Guardia Civil

La detonación controlada de un obús de la Guerra Civil localizado en las obras del tramo Huesca-Siétamo de la A-23 obligó el pasado miércoles a cortar la carretera N-240 y a desalojar las viviendas ubicadas en un radio de 1 kilómetros por seguridad. La operación exigió la intervención de los Tedax y de los bomberos y hubo que excavar un pozo para enterrarlo, antes de proceder a su detonación.   

El artefacto fue hallado el 16 de julio por los operarios de las obras de la autovía A-23 en la zona de Estrecho Quinto, a pocos kilómetros de la capital oscense. Los trabajadores informaron a los agentes del puesto de la Guardia Civil de Huesca, que a su vez avisaron a los especialistas. 

La desactivación corrió a cargo del Equipo formado por dos Tedax (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos), pertenecientes al grupo Gedex de la Zona de Aragón. Además, se trasladó hasta allí una patrulla perteneciente a Destacamento de Tráfico, otra patrulla de seguridad ciudadana de Ayerbe, el sargento comandante del cuartel de Huesca y tres miembros del parque de bomberos del Ayuntamiento de Huesca, provistos con una moto bomba. 

Y es que el operativo no fue el habitual al de la detonación de las granadas de la Guerra Civil que con cierta frecuencia se pueden encontrar en el campo. Hubo que utilizar una pala mecánica con la que se realizó un agujero en la tierra de un metro para poder enterrar el artefacto antes de su destrucción.

El amplio despliegue estaba justificado porque fue necesario cortar la circulación durante 15 minutos aproximadamente en la carretera N-240 y evacuar las viviendas en un radio de 1 kilómetro.

El obús de unos 100 kilos fue destruido por los especialistas con una detonación controlada sobre las 12.15. El ruido se oyó en la ciudad de Huesca. Por ello, la Delegación del Gobierno en Aragón notificó, para tranquilidad de los ciudadanos, que la explosión que se había escuchado en los alrededores de la capital era una detonación controlada de un artefacto explosivo de la Guerra Civil encontrado en la zona del Estrecho de Quinto.