El Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Fraga denunció el pasado 27 de junio al conductor profesional de un vehículo articulado después de colisionar por alcance con el semirremolque de otro camión en la autopista AP-2, dentro del término municipal de Candasnos.

Tras recibir el aviso a través de la Central Operativa de Tráfico de la Guardia Civil de Huesca, los agentes se personaron en el lugar del siniestro, realizando las correspondientes pruebas.

Después de un primer resultado indiciario positivo en el test de drogas, los análisis realizados en laboratorio a la segunda muestra obtenida del conductor, han confirmado el positivo en sustancias estupefacientes.

El conductor es un hombre de 28 años, para el que han propuesto una sanción administrativa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir.

La Guardia Civil destaca que esta intervención pone de manifiesto la importancia de vigilar estas conductas realizando controles preventivos para la detección de consumo de estupefacientes y su afección en la conducción de vehículos.

Hace poco más de un mes, la Guardia Civil de Fraga investigó por un supuesto delito contra la seguridad vial al conductor de otro camión articulado que arrojó una tasa del alcohol casi 10 veces superior a la permitida.

Una patrulla del Destacamento de Tráfico de Fraga observó en el kilómetro 77,800 de la autopista AP-2, dentro del término municipal de Peñalba, que un camión estaba parado en el arcén derecho de la vía, ocupando parte del carril de circulación.

Tras activar las luces prioritarias para señalizar la presencia del vehículo pesado al resto de usuarios, los agentes procedieron a identificar a su conductor. Se trataba de un hombre de 53 años y vecino de la comarca del Campo de Borja que manifestó que se había detenido allí porque el camión se había quedado sin combustible.

El conductor presentaba síntomas de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Por ello, le realizaron las pruebas de alcohol en aire espirado y arrojó una tasa de 1,37 mg/litro, cuando el límite para conductores profesionales es de 0,15.