Huesca
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Una segunda vida para las dos últimas casas de conserjes de cole en Huesca

Educación atenderá una vieja demanda de los dos colegios públicos para habilitar dos aulas polivalentes, un aseo y un almacén en el Juan XXIII y un aula TEA y otra blanca en el Pío XII.

Imagen de la antigua casa del conserje del colegio público Juan XXIII de Huesca.
Imagen de la antigua casa del conserje del colegio público Juan XXIII de Huesca.
Rubén Darío Núñez

El espacio es una necesidad cada vez más acuciante en los centros educativos y, por suerte, los colegios públicos Juan XXIII y Pío XII de Huesca van a poder ampliar sus dependencias gracias al aprovechamiento de sus antiguas casas de conserje, las dos últimas de este tipo que quedaban en la capital y que llevan sin uso varios años.

El Ayuntamiento aprobó por unanimidad en el último pleno permitir la utilización de ambas casas a la dirección provincial de Educación para destinarlas a fines educativos. Algo que aplauden las directoras de ambos centros, María Ángeles Sánchez y Lucía Ballesteros, que llevan reivindicando su cesión desde hace muchos años para poder atender nuevas demandas de servicios.

La que lleva más tiempo deshabitada es la del Juan XXIII, desde que se jubiló la anterior conserje hace unos 15 años. Se trata de un inmueble de dos plantas, ubicado junto al patio de recreo, entre los aularios de Infantil y las dependencias de Primaria. Cada planta tiene unos 100 m2. En la baja hay una antigua cochera con una habitación y un aseo, y en la primera planta, un aseo, una cocina, un salón y dos habitaciones.

Desde que se desocupó, el colegio ha venido utilizando la planta baja como almacén para los materiales del ludopatio y la bibliopatio, dos proyectos de innovación de los recreos. También guardan allí el banco de libros.

En la planta baja de la antigua casa del conserje del colegio Juan XXIII de Huesca guardan el material de los juegos cooperativos.
En la planta baja de la antigua casa del conserje del colegio Juan XXIII de Huesca guardan el material de los juegos cooperativos.
Rubén Darío Núñez

María Ángeles Sánchez espera que Educación les destine una partida económica para rehabilitarla. Su idea sería adecuar un espacio en condiciones para mantener el banco de libros y los juegos cooperativos y en la primera planta, contar con dos aulas polivalentes. Planes que coinciden con los del Servicio Provincial.

Mientras, la vieja casa del conserje de Pío XII tiene una sola planta con 70 m2 entre una cocina, un baño y un dormitorio, y está sin uso desde hace tres años.

Como explica Lucía Ballesteros, en su caso ya tienen una dotación económica asignada y nada más termine el curso, arrancarán con las obras con el objetivo de que puedan llegar a tiempo para septiembre. "Es el único espacio de todo el colegio que no podíamos utilizar y para nosotros es una maravilla porque quedará saneado y, además, tendrá una utilidad por la que llevamos luchando mucho tiempo", valora.

Se reformará para crear un aula preferente TEA (trastorno del espectro autista) "porque tenemos alumnado diagnosticado que necesita una clase con unas condiciones específicas", señala. La ratio máxima para un aula así es de siete alumnos y ya superan esa cifra. Además, habilitarán un aula blanca para un rincón de la calma que pueda usar cualquier alumnos del colegio.

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