La sequía en el mayor embalse del Pirineo amenaza el turismo náutico por tercer año
Mientras el resto de presas al norte del Ebro están por encima del 90%, Canelles apenas supera el 30%. Sube cada día 2 hectómetros cúbicos, pero los negocios temen que no haya agua en el congosto de Montrebei.
El embalse de Canelles, uno de los paraísos del turismo náutico de interior, sigue sufriendo los efectos de la sequía. Mientras el resto de presas al norte del Ebro están prácticamente llenas (Mediano y El Grado, al 96%; y Yesa, al 92%), la del río Noguera-Ribagorzana, la más grande del Pirineo, apenas alcanza el 31% de sus 679 hectómetros cúbicos. A diferencia de otras cuencas, en esta apenas ha llovido en invierno y en primavera.
Los negocios de navegación ya tuvieron sus embarcaciones en el dique seco en el verano del 2022 y en el del 2023, y temen que este año ocurra lo mismo. Solo es posible ir con los kayaks por la parte de la Muralla de Finestres, en el municipio altoaragonés de Viacamp y Litera, pero el congosto de Montrebei, el principal foco de atracción para el turismo, situado en la cola del pantano, sigue sin ofrecer condiciones para navegar.
El embalse se ha recuperado algo en las últimas semanas (llegó a bajar al 12%) gracias al deshielo y algunos episodios de lluvias recientes que han llenado la presa de Escales, situada aguas arriba. La apertura de las compuertas de esta ha permitido, desde el 26 de mayo, aumentar el volumen de Canelles a razón de 2 hectómetros diarios. No obstante, como señalan los alcaldes y los empresarios turísticos, todavía queda mucho pantano por llenar.
"Este año tampoco se podrá navegar por Montrebei", lamenta el alcalde de Viacamp, quien dice que sí se están haciendo actividades náuticas en Finestres, otra de las zonas del embalse. Según Jordi Piqué, "cada 3 o 4 días sube el nivel 1 metro, pero será complicado que haya agua suficiente en el congosto de Montrebei en verano. Para ello tendría que llenarse al 55%". El Ayuntamiento tiene dos catamaranes que explotaba a través de una empresa, y desde hace dos años están en el almacén. Ahora espera que el nivel aumente un poco más para trasladar un pantalán a otra lugar con más agua.
En este embalse funcionan ocho empresas aragonesas y catalanas. Javier Bergua, dueño de Kayaking Mont Rebei, un negocio del vecino municipio de Puente de Montañana que opera en este pantano desde 1999, no trabajó el año pasado a causa de la grave sequía que afectaba a Canelles. Esta temporada navega en Finestres, pero la cola del embalse en Montrebei sigue sin suficiente agua, "y mucho tiene que llover", comenta, para poder disfrutar de este lugar en verano. Además, con el calor aumentará la demanda en el regadío. "En Montrebei hay casi un kilómetro de pasillo. Es posible asomarse, pero para hacer todo el congosto tendría que estar a más de la mitad de su capacidad", señala.
El sector turístico ha solicitado una reunión con el presidente de la comarca de la Ribagorza para exponer sus demandas, entre ellas la suelta de agua desde la central hidroeléctrica de Montañana para hacer navegable el río en un tramo de 12 kilómetros y poder realizar actividades de aguas bravas, como en el Gállego y el Ésera. Hace dos años ya hicieron la misma reclamación.
