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Francia refuerza los controles de tabaco en la frontera con Huesca: "Nadie viene a hacer negocio"

El Gobierno galo permite ahora importar hasta cuatro cartones de cigarrillos o un kilo de tabaco de liar por persona. Estancos, ventas y áreas de servicio del Pirineo no notan por ahora más ventas.

Control de la Policía Nacional francesa y agentes aduaneros en Somport de las compras de tabaco transfronterizas.
Control de la Policía Nacional francesa y agentes aduaneros en Somport de las compras de tabaco transfronterizas.
Prefectura de los Pirineos Atlánticos

La venta de tabaco ha sido, junto con las bebidas alcohólicas de alta graduación, la alimentación y también los combustibles, una de las principales actividades comerciales en las localidades cercanas a los pasos fronterizos de Huesca con Francia por la diferencia de precios, mucho más favorables a los bolsillos galos.

En el caso del tabaco, el precio medio de una cajetilla ronda los 4,5 o 5 euros en España, la mitad que en el país vecino, de ahí que los franceses que son fumadores y que residen en los valles vecinos del Pirineo oscense o que cruzan la frontera por motivos laborales o vacacionales, suelan aprovechar a comprar. En el alcohol pueden ahorrarse 5 o 6 euros por botella.

Hace ahora dos meses, el Gobierno galo eliminó el límite de un cartón por persona que permitía adquirir en el extranjero ya que era una normativa que chocaba con la legislación sobre la libre circulación de mercancías de la Unión Europea, que instó a las autoridades francesas a modificarla.

Desde entonces, cualquier ciudadano francés puede comprar tabaco elaborado en la UE y entrarlo en su país siempre que sea mayor de 18 años, lo transporte él mismo y respete los umbrales indicativos en función del tipo de producto. Una norma de la que solo están exentos los trabajadores transfronterizos y los empleados del transporte internacional.

¿Cuáles son los umbrales indicativos?

Para ello, ha fijado una serie de cantidades máximas que, a su juicio, corresponden con el consumo personal: 800 cigarrillos (cuatro cartones), 200 puros, 400 puritos con un peso máximo de 3 gramos por pieza o 1 kilo de tabaco de liar. Estos umbrales no son acumulables y se calculan por persona mayor de 18 años y por pasajero dentro del mismo vehículo, es decir, que si viajan cuatro personas, podrán multiplicarse por cuatro. Con todo, Francia recuerda que es obligatorio conservar el recibo de compra para presentarlo en caso de una inspección aduanera.

"El que se compraba uno, ahora se lleva dos, tampoco mucho más. Pero también tarda más tiempo en volver así que..."

De hecho, para evitar que esa compra de tabaco transfronteriza tenga fines comerciales, la Policía Nacional y los Servicios de Aduanas ya han reforzado los controles en puntos como el paso del Somport. En uno de ellos participó recientemente la vicealcaldesa de Oloron Sainte Marie, Marion Aoustin Roth, como informaron desde la Prefectura de Altos Pirineos. El operativo se desplegó cerca de Urdos, a pocos kilómetros de la boca francesa del túnel.

Control de la Policía Nacional francesa y agentes aduaneros en Somport de las compras de tabaco transfronterizas.
Control de la Policía Nacional francesa y agentes aduaneros en Somport de las compras de tabaco transfronterizas.
Prefectura de los Pirineos Atlánticos

Teóricamente, esta modificación beneficia a los establecimientos altoaragoneses que venden tabaco en estas zonas fronterizas. Sin embargo, en los dos meses que lleva en vigor a nivel general no han notado una mayor demanda, e incluso en algunos casos observan un descenso del consumo.

El estanco de Javier Martín está en Canfranc Estación, cerca de la frontera de Somport. En su caso, apenas ha registrado variaciones en las compras realizadas por clientes franceses. "La gente antes tenía cierto miedo porque en teoría solo permitían un cartón por persona y ahora están más tranquilos, pero el que se compraba uno, ahora se lleva dos, tampoco mucho más. Lo que ocurre es que también tarda más tiempo en volver así que el balance es prácticamente igual", afirma. Entre sus clientes galos hay vecinos del contiguo valle de Aspe y gente que está de paso durante la temporada alta de vacaciones.

"Compran lo justo para su consumo diario"

En la frontera del Porlatet están las conocidas Ventas y una de ellas es Casa Domec. "No hemos notado un aumento de venta de tabaco. La gente de la zona compra lo justo para su consumo diario. Antes, alguno intentaba llevarse más de lo que les permitían y ahora que les dejan, compran solo lo que necesitan", explica Jacinto Domec, quien estima incluso que las ventas son menores que años anteriores. Una tendencia similar a la de la bebida y la alimentación. "La cosa está demasiado tranquila, no se ve mucho ambiente para la época en que ya estamos", lamenta este comerciante.

"Aunque en Francia el tabaco valga el doble, la gente no tienen tanto dinero para llevarse cuatro cartones de vez; se llevan uno o dos como mucho"

Y el tercer paso fronterizo de la provincia de Huesca es el túnel de Bielsa. A pocos kilómetros de allí se encuentra el área de servicio de Parzán, donde tienen máquinas de venta de tabaco en cajetilla y cartón. "Aunque en Francia valga el doble, la gente no tiene tanto dinero como para llevarse cuatro cartones de vez además de algo de alcohol y de alimentación. El turista normal se suele llevar uno o dos como mucho. Aquí no hay un abuso, no vienen para luego revenderlos y hacer negocio. No he visto nunca a nadie llevarse el maletero del coche lleno de tabaco", subraya José Luis Vidallé, quien coincide también en que "estos primeros meses del año están siendo muy flojos de ventas".

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