Las obras restituidas por Cataluña, un reclamo para el Museo de Barbastro
Se cumple un mes de la reapertura del centro con la exhibición de 66 de los 111 devueltos por el Museo de Lérida.
Las obras restituidas por Cataluña son un importante tirón para el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón. La incorporación de 66 de las 111 obras llegadas desde el Museo de Lérida y pertenecientes a las 43 parroquias altoaragonesas siguen despertando el interés de los visitantes, como se demostró el pasado fin de semana, al cumplirse un mes de la reapertura del espacio cultural, cuya colección permanente ha crecido con las nuevas piezas que cuelgan de sus paredes.
Las vacaciones navideñas fueron una magnífica oportunidad para que el público, llegado sobre todo de Zaragoza, Huesca y de los municipios de donde procedían las obras, se acercaran por primera vez para contemplar las maravillas que atesora este antiguo palacio renacentista. Hasta el día de Reyes, en torno al medio centenar de visitas se recibían por día, como apunta el director del Museo y responsable de Patrimonio de la Diócesis, Alberto Noguero. Después, la situación epidemiológica pasó factura y fue descendiendo el número de visitas.
El museo cerró 2021 con 8.385 visitantes, superando los 5.000 del primer año de la pandemia, cuando el espacio estuvo cerrado al público durante varios meses. Si bien, todavía queda lejos la cifra de 17.000 entradas registrada en 2019. Aún así, desde la dirección del Museo se muestran “satisfechos” y confiados en que la tendencia de visitas siga al alza.
Este fin de semana, coincidiendo con la festividad de San Vicente, muchos oscenses acudieron a las visitas organizadas tanto al museo como a la catedral, aunque también se dejaron ver zaragozanos.
Mercedes aprovechó la fiesta de Huesca para acercarse con su marido. “No lo había visto nunca y me apetecía verlo una vez que han regresado las obras de Lérida. Me está gustando mucho y el guía lo explica muy bien. Pasaremos el día en Barbastro”, señalaba. “Al margen de las piezas que han venido de Lérida el Museo en sí merece la pena. Es muy interesante y el guía lo vive”, señalaba Alejandro, otro oscense. De Zaragoza llegó Alejandro García, aprovechando que su hija tenía un encuentro de voleibol en la ciudad del Vero: “Es la primera vez que lo vemos y está muy bien preparado”.
De las 66 obras devueltas, 47 se incorporan a la colección permanente, que se enriquece así con 22 bienes de interés cultural. El resto, 19, se han instalado en la sala de exposiciones temporales, un espacio por el que irán rotando todas las obras que estén en condiciones de poder ser exhibidas.
La incorporación de estas obras engrandece las salas del arte románico pero sobre todo del gótico hasta tal punto que, según su director, “puede ser considerado como el mejor museo gótico de Aragón con las tablas de Algayón, Santaliestra, Zaidín, …”.
Ángel Noguero considera que las incorporaciones están teniendo un “efecto muy grande de atracción de visitantes”. “La gente se ha ido muy contenta porque les ha gustado mucho, sobre todo, los que procedían de las parroquias de donde son originarios estos bienes. Muchos no las habían visto nunca y se mostraban orgullosos por el regreso”.
El Diocesano de Barbastro Monzón ha puesto el broche de oro a los actos de celebración de un décimo aniversario muy especial en el que tuvo como importantes hitos la exposición de la monja pintora Isabel Guerra, el cuadro de ‘Los tres músicos’ del taller de Velázquez -que todavía se puede ver en la tercera planta- y la inauguración del nuevo discurso museográfico con las reclamadas piezas de Lérida. “Con Isabel Guerra acudió mucha gente, lo mismo con el cuadro de Velázquez, pero con los bienes recuperados, mucho más. Ha sido un aniversario de ensueño”, concluye Noguero.
