Los técnicos evalúan los daños en el obispado de Huesca y descartan que fuera un rayo

Técnicos del Ayuntamiento y de la Diócesis de Huesca han revisado este sábado el edificio del obispado donde el viernes se produjo el derrumbe de una buena parte del tejado, mientras todo el perímetro permanece acordonado para prevenir la caída de cascotes. En principio se descarta la hipótesis de la caída de un rayo y todo apunta a una acumulación de agua por la fuerte tromba. que descargó en pocos minutos casi 20 litros.

La Policía Local vigila que nadie se salte las vallas que rodean el edificio siniestrado. La sede diocesana está en la plaza de la Catedral, frente a la seo y al lado del Ayuntamiento, del que solo lo separa una calle. Se ha establecido un cordón de seguridad que impide el paso de vehículos. Los peatones solo pueden cruzar la plaza por la acera del museo diocesano. El cierre afecta igualmente a la costanilla de Santiago y a la calle Ricafort, con las que linda el inmueble. De hecho, la acera está llena de cascotes, desprendidos de la cubierta.

Bomberos del parque de Huesca han estado limpiando la cubierta, situada en una tercera planta para evitar que sigan cayendo elementos a la calle. Del escombro acumulado dentro se hará cargo a partir del lunes una empresa externa contratada por el obispado. Tan solo se ha permitido el acceso al interior a los técnicos. Un arquitecto vinculado con la diócesis, otro municipal y un aparejador de los bomberos han revisado los daños este sábado. 

Aunque solo se derrumbó la mitad de la techumbre, fuentes de la diócesis han confirmado que la cubierta está "arrasada" y será necesario sustituirla por completo. Descartan que un rayo fuera el causante, una opción barajada en un primer momento. Más bien parece una manta de agua acumulada en una parte que provocó un derrumbamiento y a partir de aquí, por un efecto dominó, se colapsó la mitad del tejado. 

El edificio, construido en la década de los 50, no estará operativo para que el lunes se pueda retomar el trabajo de la diócesis. Se tendrá que buscar un lugar alternativo mientras duren las reparaciones. El derrumbe se produjo en la tercera planta donde hay una serie de despachos en desuso. La actividad está centrada en el segundo piso, con las oficinas del obispo, el vicario, el secretario o el ecónomo. Los escombros cayeron sobre el piso y parte de la escalera, sin causar daños personales, ya que no había nadie en el lugar, sí cuantiosos desperfectos. El boquete dejó a la vista, según se aprecia en las imágenes tomadas desde los inmuebles cercanos, una capilla con un altar y un crucifijo.  

Las fuertes tormentas registradas el viernes por la tarde la provincia de Huesca también ocasionaron daños por el pedrisco o por el agua en localidades de las comarcas del Somontano y la Hoya de Huesca, como Rodellar, donde los bomberos de la Diputación tuvieron que auxiliar a unos vecinos al inundarse su casa, o Losanglis, un pueblo del municipio de Ayerbe, donde el granizo ocasionó cuantiosos daños.

Además, como consecuencia de la tormenta eléctrica que tuvo lugar en la capital oscense, se registraron problemas en el suministro eléctrico de los núcleos incorporados de Apiés, Huerrios y Tabernas, y también en el municipio de Loporzano, según informó el Ayuntamiento de Huesca.

El Área de Servicios Generales, en contacto permanente con Endesa, está trabajando desde primera hora para solucionar todas las incidencias, añadieron las fuentes municipales. En el caso de Apiés ya se ha recuperado el suministro por la mañana y también en las viviendas de Huerrios. Endesa ha confirmado que el viernes a las 19.50 hubo una avería que fundió los fusibles del centro de transformación que alimenta Huerrios y afectó a 132 clientes durante tres horas y media.