El lobo reaparece en pleno debate y mata a dos ovejas en Monegros
El cánido llevaba casi un año sin dar señales de vida. El ataque ha ocurrido la madrugada de este viernes en el monte de Tardienta.
Dos ovejas han aparecido muertas este viernes en el monte de Tardienta. Ambas presentan mordeduras en el cuello y además, una de ellas ha sido parcialmente devorada. Las necropsias han confirmado que el ataque no es obra de perros salvajes sino "compatible" con la acción del lobo detectado en Los Monegros, según han confirmado desde el departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente. El animal llevaba casi un año sin aparecer, desde la pasada primavera, y justo lo hace ahora cuando el debate ha vuelto a reavivarse a raíz de la decisión de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural de elevar su protección.
El rebaño, integrado por unos 800 ejemplares, pertenece al ganadero Agustín Martínez, uno de los últimos afectados por la presencia del cánido. De hecho, sufrió dos ataques casi consecutivos en abril de 2020, en los que perdió un total de cuatro ejemplares. En esa ocasión, las necropsias confirmaron que ambos fueron obra del lobo.
El nuevo ataque es muy similar a los sufridos entonces. El ganadero estaba a la espera de los resultados del centro de recuperación de La Alfranca (Zaragoza), al que ha sido trasladado el cadáver de unas de las reses, con el fin de determinar si las mordeduras eran compatibles con la acción del lobo o de perros salvajes.
Tras los dos últimos ataques, Martínez llevaba varios meses sin subir su rebaño al monte. De hecho, fue la pasada semana cuando decidió volver a estas zonas de pastos, dejando a sus ejemplares bajo la protección de un pastor eléctrico. "Solo llevaban unos días en la zona y nos ha vuelto a tocar", ha lamentado el pastor, que, al igual que el resto de profesionales del sector, cree imposible la convivencia entre la ganadería extensiva y el lobo.
Los ganaderos del territorio han mostrado su oposición a la orden por la que se incluye al lobo en el listado de especies silvestres de especial protección. También lo han hecho las organizaciones profesionales agrarias, que avisan de que podrán en marcha medidas de presión con el fin de conseguir su retirada.