Huesca
El gran belén de la Diputación Provincial de Huesca solo se podrá ver tras el cristal
La Asociación Belenista Oscense da los últimos toques a un montaje mucho más pequeño que otros años que se colocará tras el escaparate del edificio, ya que no se permitirá el acceso al vestíbulo para visitarlo.
La crisis sanitaria ha obligado a adaptar las costumbres de muchos oscense, pero una que sí podrá mantenerse esta Navidad es la de acercarse a la Diputación Provincial de Huesca para ver el belén que desde hace 31 años se instala en el vestíbulo de la sede institucional. La única diferencia será que esta vez el montaje no podrá contemplarse desde diferentes perspectivas, ya que solo podrá mirarse a través del cristal.
La Asociación Belenista Oscense, que se encarga de realizar este monumental nacimiento, está dando los últimos toques al montaje de este año, que no será tan grande como otras veces. El presidente del colectivo, Lorenzo Ortas, explica que solo ocupará la repisa del escaparate que da los Porches de Galicia. El gran recibidor donde hasta ahora se había dispuesto el belén, de 32 metros cuadrados, está lleno debido al recorrido marcado para que quienes acceden a los diferentes servicios de la Diputación Provincial lo hagan de forma segura.
Esta Navidad, el belén solo tendrá un metro de ancho y 5 de largo. En alguna ocasión, incluso ha alcanzado los 40 metros cuadrados. La ambientación de este año recreará las montañas de la provincia de Huesca, con casas, un río, un puente, caminos... y hasta ruinas. En una de esas construcciones que se deshacen estará el nacimiento, explica Ortas.
Hace dos meses que cinco de los integrantes de la Asociación Belenista Oscense empezaron a trabajar en la propuesta que dentro de unos día estará colocada en la Diputación, aunque durante las restricciones impuestas por la pandemia, como reconoce el presidente del colectivo, algunos fueron adelantado trabajo. "Yo empecé a hacer una de las casas en ruinas durante el confinamiento", ha indicado.
Estos días, los belenistas ultiman la colocación de los árboles, las figuras y las piedras para que, como las últimas 30 Navidades, mayores y pequeños observen todos los detalles, que este año recordarán un paisaje que apenas se ha podido disfrutar este año de pandemia.