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Drásticos recortes en las líneas de autobús de Alosa: "Es insostenible llevar solo dos viajeros de Huesca a Barcelona"

La obligación de ocupar solo la mitad de los asientos y los confinamientos han provocado una caída de la ocupación de hasta un 75%. Afecta a las expediciones de Zaragoza, Jaca, Barcelona o Barbastro o Benasque.

Un grupo de viajeros subiendo a un autobús de Alosa en la estación intermodal de Huesca.
Un grupo de viajeros subiendo a un autobús de Alosa en la estación intermodal de Huesca.
Rafael Gobantes

La compañía oscense Alosa, del grupo Avanza, ha puesto en marcha unos "drásticos" recortes de servicios en varias líneas de autobús interurbano que conectan localidades como Huesca, Zaragoza, Jaca, Barbastro, Benasque, Gurrea de Gállego, Broto, Torla o Formigal para intentar hacer frente a las graves consecuencias de los confinamientos y de la obligación de usar solo la mitad de los asientos de cada expedición por motivos sanitarios. Dos medidas que han provocado en la última semana una caída de la ocupación de hasta el 75%

La reducción del número de expediciones de ida y vuelta entró en vigor el martes y afecta a las líneas Huesca-Barcelona (se quedan en dos por sentido de lunes a jueves, tres el viernes y el domingo, y una el sábado); Huesca-Benasque (una por sentido de lunes a viernes laborables hasta que finalicen las obras de la N-260); Zaragoza-Huesca-Sabiñánigo-Jaca (siete por sentido de lunes a viernes, dos los sábados y tres los domingos); Formigal-Jaca (una por sentido de lunes a viernes); Gurrea de Gállego-Zaragoza (dos por sentido de lunes a viernes) y Barbastro-Broto-Torla (una por sentido de lunes a viernes laborables). 

Este recorte de servicios viene motivado por las restricciones de movilidad y los confinamientos territoriales de Aragón y Cataluña, además de la orden que entró en vigor el pasado 20 de octubre, con el nivel de alerta 2 decretado en la Comunidad, obligando al transporte interurbano a ocupar solo la mitad de los asientos, mientras que en el ámbito urbano se podrá alcanzar el 75%. José Ramón Lasierra, gerente de Alosa, califica la situación de "desastrosa" y asegura que analizarán la ocupación "día a día" por si tuvieran que tomar nuevas medidas.

En las concesiones que dependen del Ministerio de Transportes, como la línea Huesca-Barcelona, no existe la limitación del 50% de ocupación. Aun así, los confinamientos perimetrales de Aragón y Cataluña han supuesto un duro golpe para el tráfico de viajeros. "Se han dado casos de expediciones entre Barcelona y Huesca con solo dos personas. Y el sábado hubo tres servicios de ida y vuelta para llevar a 32 pasajeros. Es insostenible", advierte. Las últimas medidas han agravado aún más el desplome de usuarios ya que si entre el 5 y el 11 de octubre registraron un 45%, la semana pasada llegó al 76,5%. Por ello, han decidido eliminar un 40% de los servicios de la línea, unas 20 expediciones a la semana

Los cierres perimetrales de Huesca y de Zaragoza que se aplican desde el pasado 22 de octubre también han afectado enormemente a otras líneas como la de Zaragoza-Huesca-Sabiñánigo-Jaca, donde han decidido reducir un 22% de los servicios que venían prestando, y que ya se habían recortado durante la pandemia con lo que se situarán en un 60% de los que deberían estar prestando. En este tipo de concesiones que dependen del Gobierno de Aragón calculan que el recorte será de unas 80 expediciones a la semana. "Las únicas que se están manteniendo son las que tienen reserva de plaza de transporte escolar porque sí se permite una ocupación del 100%", asegura Lasierra. 

El desplome de viajeros registrado en los últimos días ha sido la gota que ha colmado el vaso. "Llevamos una semana poniendo un segundo autobús en muchas expediciones para evitar que cinco de los treinta viajeros se queden en tierra para intentar paliar el daño, pero no es algo a lo que podamos dar continuidad porque acabaríamos en la ruina", destaca el gerente de Alosa. Por todo ello, avisa de que el mantenimiento de la ocupación del 50% "no se puede mantener en el tiempo".

Todo ello está encareciendo también los costes laborales "porque aunque sumando las horas, una sola persona podría estar haciendo lo que hacen dos o tres, las tienes que tener para cumplir con todas las medidas", subraya. Además, no han podido hacer las habituales contrataciones temporales para los servicios discrecionales como viajes o visitas de colegios ya que "han desaparecido todos"

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