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Las multas del radar de Estrecho Quinto caen un 85% por las obras de la autovía

En 12 años, impuso 165.000 sanciones que se tradujeron en 23 millones de euros de recaudación. Otro aparato de la N-II (Fraga) ha duplicado denuncias.

El radar de Estrecho Quinto, con la señalización por las obras del tramo de autovía Huesca-Siétamo.
Rafael Gobantes

El temido radar de Estrecho Quinto de la N-240, situado a pocos kilómetros de Huesca llegando desde Lérida, ha dejado de ser una máquina recaudadora para la DGT. Después de imponer más de 165.000 sanciones por exceso de velocidad por un valor aproximado de 23 millones de euros en sus 12 años en funcionamiento, en 2019 el número de multas cayó un 85% pasando de 31.416 a 4.653, lo que se tradujo en 'solo' 650.000 euros aproximadamente.

La jefa provincial de Tráfico, Margarita Padial, atribuye este drástico descenso a las restricciones de tráfico derivadas de las obras que se están acometiendo para convertir este tramo de la N-240 entre Huesca y Siétamo en autovía (A-22), donde los trabajos arrancaron hace año y medio y hay varios cruces para la entrada y salida de camiones. 

"Los conductores son más cuidadosos por la señalización de obras que ha colocado Fomento y porque el continuo paso de vehículos pesados también imposibilita que se circule más rápido", ha explicado Padial. Y ha insistido en que esta "circunstancia excepcional" requiere "más precaución" a la hora de circular.  

De esta forma, el aparato ha dejado de estar en el top 10 de los radares más 'multones' de España, un puesto que ocupó durante varios años. Ahora el ranquin lo encabeza el cinemómetro ubicado en el km. 478,1 de la AP-7, a la altura de Sagunto (Valencia), con un récord de 59.428 denuncias.

Así lo indican los datos facilitados por la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA), según los cuales los radares de la DGT formularon el año pasado 2.933.089 denuncias por exceso de velocidad, lo que supone un incremento del 13,3% respecto a 2018 (2.588.125) que atribuyen a la activación de numerosos radares, muchos de ellos “apagados” el año anterior. 

Pese al descenso de denuncias, el radar de Estrecho Quinto sigue siendo el segundo con más multas de la provincia de Huesca. Le sigue muy de cerca en segundo lugar cinemómetro situado en el kilómetro 422,1 de la N-II, a la altura de Las Ventas del Rey de Fraga, con 4.565 sanciones en 2019, lo que supone duplicar con creces las del año anterior (1.909). Cierra este 'podio' otro de los aparatos de la N-240 ubicado en el cruce de Quicena (km 204,9) con 2.484 multas, menos de la mitad que en 2018 (5.674). 

La lista de los diez radares que más sancionaron el año pasado en las carreteras altoaragonesas se completan con los situados en el kilómetro 2,6 de la A-132 (Huesca), con 1.292 sanciones; el kilómetro 12,7 de la A-136 (Escarrilla), con 1.126; el kilómetro 396,4 de la N-II (Candasnos), con 376; el kilómetro 319 de la N-211 (Torrente de Cinca), con 335; el kilómetro 13,5 de la A-136 (Escarrilla), con 329; el kilómetro 422,4 de la N-II (Fraga), con 280; y, por último, el kilómetro 86,1 de la A-22 (Angüés), con 237