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Proyectan un complejo budista en la aldea de Sampere, el segundo de la Ribagorza

El Consejo Provincial de Urbanismo ha iniciado la tramitación de un Plan Especial de rehabilitación. La iniciativa despierta "ilusión" en el pequeño municipio de Monesma y Cajigar, de apenas 80 habitantes.

Imagen de la aldea de Sampere, donde estará ubicado el nuevo centro budista.
Montse Lloret

Los budistas han encontrado en Ribagorza un territorio propicio para el desarrollo de su filosofía vital. El Centro Dag Sang Kagyu de Panillo, uno de los más importantes lamasterios de la Europa occidental, pronto podría tener un centro hermano en el municipio de Monesma y Cajigar, donde la comunidad Palpung Samphel Choling está promoviendo la recuperación de la antigua aldea de Sampere para ubicar allí un nuevo recinto monástico donde se espera que lleguen a residir entre 50 y 60 personas.

Desde hace ya varios años se viene trabajando en la rehabilitación de la aldea, un antiguo caserío aislado con campos de cultivo y arbolado en el entorno. Está formado por una edificación principal y varias auxiliares destinadas a usos relacionados con la vivienda y con la propia actividad agroganadera característica de la casa, como pajares, casetas, cuadras o caballerizas. La aldea cuenta con unas 100 hectáreas cubiertas en buena medida de arbolado, lo que favorece el ideal de aislamiento de la comunidad monástica.

Pero el proyecto es mucho más ambicioso y dado que este pequeño municipio únicamente cuenta con un Proyecto de Delimitación de Suelo Urbano, los promotores han presentado ante el Instituto Aragonés de Gestión Ambienta (Inaga), la propuesta de un Plan Especial independiente para la recuperación, como centro budista, de la citada aldea. La iniciativa fue informada por el último Consejo Provincial de Urbanismo, que ya ha puesto sobre la mesa alguna salvedades en esta fase preliminar de desarrollo.

El objetivo de la comunidad Palpung Samphel Choling es crear un centro para estudiar, practicar y desarrollar las enseñanzas del Buda, de manera desinteresada y sin ánimo de lucro. Para ello, el proyecto que impulsan en Monesma-Cajigar contempla la rehabilitación del actual conjunto de edificios existentes en la aldea como embrión del centro budista y la posterior construcción de un edificio específico, denominado ‘lakhang’, para satisfacer las necesidades religiosas, de enseñanza y lugar de culto y alojamiento de personal religioso y de acompañamiento.

También plantea edificar diferentes construcciones religiosas y de culto entre las que destacan el templo Khang Tseg Gandola y varias estupas votivas (estructura típica budista para contener reliquias), además de otros pequeños edificios para retiros.

A largo plazo, un gran templo

A más largo plazo, el proyecto prevé la instalación de dos centros de retiro de tres años, de varias casas de retiro individual diseminadas por el entorno, celdas para retiros cortos, casas para practicantes, albergue para no practicantes y un gran templo en la montaña Kumbum junto a otro centro religioso y de enseñanza. No obstante, sus promotores admiten que en la actualidad el programa de actuaciones no se puede desarrollar en su totalidad por criterios urbanísticos y legales.

La alcaldesa de Monesma y Cajigar, Montserrat Lloret, reconoce que el proyecto está "algo retrasado" pero asegura que siempre se suele ver a gente trabajando en la rehabilitación de la casa principal, en su mayoría fieles budistas voluntarios llegados a este rincón de Ribagorza desde los países más diversos. Hace unos días culminaron desde el ayuntamiento la traída de aguas a la finca y, si los trabajos se retoman ahora a buen ritmo, la comunidad puede abrir sus puertas definitivamente en unos dos o tres años.

Como sus convecinos, Lloret se muestra "ilusionada" con este proyecto "que puede suponer para el municipio –que tiene apenas 80 habitantes– una inyección de gente y de iniciativas".