Huesca

comarca de la ribagorza

Una granja con sello de diamantes

La mejor explotación porcina española de este año está en Laguarres. Es una moderna instalación de 3.000 cerdas madres, que en la zona de gestación están en libertad y solo entran en los boxes cuando quieren comer.  

Zona de gestación de la granja, donde las cerdas están libres y solo entran a boxes a comer.
Grupo Mazana

El año pasado, el grupo empresarial Mazana, con sede en Capella, conquistó el máximo galardón de los Porc d’Or, los ‘Oscar’ del porcino español, por la excelencia de una de sus granjas, ubicada precisamente en esa localidad de la comarca de la Ribagorza. Este año ha repitido el premio especial de diamante, en competición con 800 explotaciones del país, por otra en el pueblo de Laguarres, también en el municipio de Capella.

Daniel Rosca, su encargado, recogió la estatuilla que la acredita como mejor granja española de porcino, en una gala que por primera vez se celebró en Huesca desde la creación de los premios hace 26 años. Además, Mazana es el nombre más repetido en la lista de las 45 estatuillas restantes. También se llevó varios Porc d’Or de oro, plata y bronce en las otras categorías del prestigioso concurso organizado anualmente por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria catalán.

"El premio reconoce en general todas las características de la explotación: productividad, estabilidad, bienestar de los animales, la motivación del personal, innovación en las instalaciones o consumo de pienso. Lo que mejor expresa el bienestar y la salud es la producción", afirma el director general de Mazana, Manuel Mazana Puyal, quien junto a su hermano José Antonio dirige este grupo familiar que factura 260 millones de euros al año y da empleo directo a 330 personas.

Imagen desde el aire de la granja.
Grupo Mazana

La granja de Laguarres tiene capacidad para 3.000 cerdas madres, con una producción media anual de más de 37 lechones por cada una. Funciona desde hace 3 años y da trabajo a 13 personas. Un elemento que le otorga singularidad es que en la zona de gestación están en libertad y solo entran en los boxes cuando quieren comer. La automatización permite, entre otras cosas, controlar en cada momento el pienso ingerido por cada una.

Manuel Mazana habla de la continua tecnificación. "El sector está muy concienciado con el bienestar y el manejo de los animales y con la sostenibilidad. Nos queda recorrido, pero tenemos ganas de mejorar". Uno de los retos es la gestión de purines, "contaminantes mal gestionados, pero que bien gestionados resultan un fertilizante natural menos dañino que otros".

Mazana atribuye a varios factores el ‘boom’ del porcino en Aragón. No es ajena la cercanía de otra potencia como Cataluña. Tampoco, dice, "los 50 años que llevamos con el sistema de integración, que ha creado un clima de confianza entre las dos partes", la empresa y los granjeros. A esto se une la disponibilidad del terrenos. "Somos una región muy grande, pero se ha crecido de forma ordenada por la legislación", afirma.

La granja tiene capacidad para 3.000 cerdas madres.
Grupo Mazana

El grupo sigue aumentando sus cifras de negocio. Ahora mismo está ampliando la fábrica de piensos de Torres de Barbués para llegar a 75 toneladas/hora. Controla todo el ciclo, desde las granjas madres (el 60% propias) a la producción de piensos y los cebaderos. Incluso tiene el control directo del 70% del transporte.

El premio, destaca Manuel Mazana, va a suponer sobre todo una motivación para el personal del grupo y especialmente de la granja de Laguarres, con el reto de estar en lo alto del podio otra vez en los Porc d’Or de 2020.