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Huesca rematará la peatonalización del Coso Bajo que quedó inacabada en 2015

El Ayuntamiento licita por 1,8 millones la reurbanización del último tramo, que estará listo el próximo verano. Los comercios aplauden la medida pero algunos tachan de "error histórico" no construir un parquin cerca.

Recreación virtual de cómo quedará el Coso Bajo tras las obras.
Recreación virtual de cómo quedará el Coso Bajo tras las obras.
Ayuntamiento de Huesca

El equipo de gobierno del PSOE concluirá las obras de peatonalización del Coso, la principal arteria comercial de Huesca, que fueron impulsadas por el PP en el mandato 2011-2015 y que los socialistas dejaron postergadas para priorizar la reurbanización del paseo de Ramón y Cajal y otras actuaciones en el subsuelo que urgían para solucionar los graves problemas de inundaciones que sufrían muchas zonas cada vez que caía una tromba.

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Huesca aprobó este lunes la licitación de la última fase que quedaba pendiente en el Coso Bajo, desde la calle de Sancho Ramírez hasta la plaza de Santo Domingo (incluida también en esta urbanización). El presupuesto supera los 1,8 millones de euros y el plazo de ejecución es de 10 meses por lo que, si se cumplen las previsiones, arrancarán antes de final de año y estarán acabadas en el verano de 2020, antes de las próximas fiestas de San Lorenzo. Las empresas interesadas tienen 20 días para presentar sus ofertas.

La concejala de Urbanismo, María Rodrigo, detalló que se va a actuar en 4.359 metros cuadrados y que una de las intervenciones más importantes permitirá la renovación de las redes de saneamiento. En las próximas semanas, el Ayuntamiento contactará con vecinos y comerciantes de la zona para informarles de las diferentes fases del proyecto.

Las primeras obras de peatonalización del Coso arrancaron a finales de 2013 y continuaron, en diversas fases, hasta la primavera de 2015. En ese tiempo se reurbanización un tramo de unos 400 metros desde la plaza de la Inmaculada hasta la calle de Sancho Ramírez. A este trazado se sumaron también los Porches de Galicia, la calle de Moya y la plaza de San Lorenzo. La inversión total rondó los 3 millones de euros. El PP pretendía acometer en el siguiente mandato el último tramo del Coso Bajo y también otros dos en el Coso Alto: la plaza de la Inmaculada y desde la calle Valentín Carderera hasta Lizana. Pero los tres quedaron bloqueados con la llegada del PSOE a la Alcaldía. Sin embargo, los socialistas retomaron el proyecto este año utilizando una parte del superávit de 3,1 millones de euros con el que cerraron el ejercicio de 2018.

Los comerciantes del Coso Bajo aplauden la actuación "porque más vale tarde que nunca", afirma Diego Marro, de la Farmacia Marro, quien recalca la necesidad de acometer las obras con "urgencia" por las consecuencias negativas que ha provocado este bloqueo de cuatro años. "Dentro del proyecto global de peatonalización de Huesca, las zonas céntricas se han llenado de vida y han atraído a nuevos comercios locales y también franquicias. Pero en este tramo del Coso, por el contrario, se ha producido una importante degradación comercial con el cierre de locales y la proliferación de negocios ‘low cost’", lamenta.

Este empresario también espera que el Ayuntamiento de Huesca intente minimizar en lo posible las molestias durante los 10 meses que durarán las obras y por ello se pregunta si sería mejor quizá esperar al fin de la campaña de Navidad para iniciarlas.

Otro comerciante de la zona, José Manuel Ballarín, de Fotoactiva, reconoce que los trabajos generarán perjuicios de forma temporal, "pero el balance final no puede ensombrecerse porque al final la ciudad y el comercio van a ganar mucho ya que el urbanismo que fomenta los usos peatonales siempre beneficia", añade. Y agradece que los diferentes gobiernos municipales hayan sido sensibles a la reivindicación del sector con inversiones millonarias en los últimos años.

Por su parte, Miguel Ollés, de la Sala Bendita Ruina, cree "acertado" que por fin se termine el Coso Bajo, pero tacha de un "error histórico" que no se haya previsto la construcción de un parquin subterráneo que dé servicio a la zona peatonal. Y es que cree que el aparcamiento de la Universidad, situado a unos 200 metros, no puede cumplir esa función.

Una opinión que comparte Diego Marro, para quien Ramón y Cajal era el "sitio perfecto" ya que defiende que "para que una zona peatonal sea beneficiosa y no suponga una barrera, tiene que estar bien rodeado de párquines para que sirva de efecto llamada de la gente que viene de fuera de Huesca". Sin embargo, se queja de que en Ramón y Cajal se han reducido las plazas para aparcar y que el parquin de la Universidades es "insuficiente". 

Avances para la segunda fase de Ramón y Cajal

Además de rematar la reurbanización del Coso Bajo, el Ayuntamiento de Huesca destinará otros 600.000 euros del superávit de 2018 (más otros 300.000 reservados ya en los presupuestos) a acometer la segunda fase de la ambiciosa reforma urbanística del paseo Ramón y Cajal, que irá desde José María Lacasa hasta Camila Gracia.

La primera, entre la rotonda del Isuela y José María Lacasa, concluyó en junio tras una inversión de 1,9 millones de euros y dejó un cambio de imagen radical, al pasar de una avenida con cuatro carriles centrales y dos laterales para vehículos, a solo dos y una ampliación de las aceras hasta los 7 metros.

La Junta de Gobierno Local aprobó este lunes también el proyecto técnico redactado por a la UTE formada por Altoaragonesa de Ingeniería Civil y Sixto Marín. Ahora se empezará a trabajar en el expediente de contratación para poder sacar las obras a licitación. Al igual que en el Coso Bajo, los trabajos se quieren arrancar antes de final de año. 

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