Huesca
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Pobreza en Huesca

Aumenta la asistencia a personas sin hogar tras las navidades

Cáritas ha detectado un repunte de la mendicidad en la ciudad de Huesca durante las fiestas.

El centro de día O Fogaril
Aumenta la asistencia a personas sin hogar tras las navidades
CÁRITAS

“Hemos detectado que en las fechas de Navidad hay más personas en la calle ejerciendo la mendicidad que haciendo uso de los recursos sociales, ya que son fechas de más movimiento y a lo mejor, de más sensibilidad”. Son las palabras de Rocío Carrasco, responsable del Programa de Personas sin Hogar de Cáritas Diocesana de Huesca y educadora social del Centro de Día ‘El Fogaril’ y del piso de acogida de la organización humanitaria. Terminadas las fiestas, se ha producido un repunte, asegura, en el número de personas asistidas.


En lo que va de invierno, se ha reducido, sin embargo, el número de transeúntes que hacen uso de sus servicios. “Este invierno ha sido distinto, han venido menos personas, tanto a hacer uso de los recursos de Cáritas como al albergue municipal y al comedor social”, comenta Carrasco. La causa, asegura, todavía no se puede determinar, aunque descarta que pueda ser consecuencia del tiempo, más cálido estos meses de lo que suele ser habitual en el invierno oscense.


El albergue municipal cuenta con un total de 24 plazas, que se utilizan a lo largo de todo el año. En el caso de que se rebase este número, se amplia a 8 camas más. “Si el albergue se llena, Cáritas apoya facilitando una pensión”, explica la responsable del programa de personas sin hogar de Cáritas.


En el albergue de la capital altoaragonesa, recuerda, se puede pernoctar durante cuatro noches y se incluyen servicios de desayuno, comida, cena, duchas, lavandería y peluquería. Se da la oportunidad además de trabajar en el taller de restauración de muebles de Cáritas durante tres días, por lo que se paga un sueldo de 24 euros. El centro de día El Fogaril, por otra parte, se abre de lunes a viernes, mañana y tarde, exceptuando la semana de San Lorenzo.


Como asegura Carrasco, “no todas las personas que acuden al albergue ejercen la mendicidad, pero sí se mueven de un lugar a otro”. La mayoría, afirma, lo hacen por la zona norte de España, “conocen los recursos disponibles y los valoran positivamente”. De la misma forma, como añade la responsable de Cáritas, también se ha detectado la presencia de transeúntes que no acuden a dormir al albergue. “Algunas personas llevan bastante tiempo viviendo en la periferia de la ciudad, en chabolas”, comenta Carrasco.


La crisis afecta más a jóvenes y mujeres

La crisis, relata, también influye en la situación de estas personas, aunque no de forma determinante. “Hay quienes llevan ya un tiempo sin hogar, pero por la situación que estamos viviendo, cada vez son más las personas que acuden a nosotros. Ha aumentado además el número de jóvenes y de mujeres”, señala Rocío.


En su opinión, “salir de la calle no es fácil, sobre todo cuando se lleva un tiempo largo, unas veces por falta de recursos adecuados y otras, por la propia persona”. Resulta así fundamental, como dice: “entender por qué surge este problema y cuáles son los mecanismos que lo mantienen”, además de impulsar los programas de protección social.


La responsable de Cáritas realiza también la siguiente reflexión: “En la mochila de cada persona hay un acumulo de experiencia vitales, experiencia traumáticas y especialmente duras en algunos casos, historias personales o estructurales. Las causas pueden ser varias pero la consecuencia es bastante común”.