Un vecino de Monesma, primera víctima mortal de tráfico del año

La N-230 volvió a dejar patente ayer su peligrosidad a su paso por la Ribagorza al cobrarse la vida de Luis Francisco A. A., un vecino de Monesma de 74 años, al chocar su vehículo con un camión cerca de Estopiñán del Castillo. Es la primera víctima mortal de tráfico registrada este año en Huesca, que cerró 2010 con 28 fallecidos.

Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno y de los servicios de emergencia, el accidente se produjo a las 13.20 en el kilómetro 49,0, a la altura del desvío hacia Camporrells. Al parecer, el vehículo que conducía la víctima se incorporó a la vía y por causas desconocidas colisionó con un camión que iba en dirección a Lérida y cuyo conductor salió ileso. Al ser una zona con buena visibilidad, una de las causas que se barajan es un despiste de la víctima.

Al lugar del siniestro acudieron los voluntarios de Protección Civil de la Ribagorza Oriental y de la vecina Litera para excarcelar al accidentado. También estuvieron presentes agentes de la Guardia Civil y personal del Centro de Salud de Benabarre, que no pudieron hacer nada por salvarle la vida. El accidente causó retenciones hasta que sobre las 17.00 la vía quedó completamente despejada.

Un herido grave en Gurrea

Por otra parte, un joven de 26 años, I. B. G., resultó herido grave el lunes por la noche en un siniestro en la A-23, en Gurrea de Gállego. El coche en el que viajaba en dirección a Zaragoza junto a otra persona hizo una brusca maniobra para salvar un obstáculo de la calzada, perdió el control y chocó con la bionda de la mediana. Dos postes de la valla salieron despedidos y golpearon a dos vehículos que circulaban hacia Huesca y que sufrieron daños materiales. Los 3 conductores salieron ilesos.