“Nos ha cogido por sorpresa y a contrapié”. Lo reconocía ayer un responsable socialista al hablar del anuncio de la retirada del alcalde de Huesca. “El decidió cómo, cuándo y dónde y se limitó a cumplir con la formalidad de comunicárselo a Marcelino Iglesias”. Ambos dirigentes habían coincidido por la mañana en la inauguración de un instituto en Almudévar. Estuvieron juntos hasta las doce, pero no se lo dijo entonces. Esperó unas horas, cuando ya iba camino de Madrid en el AVE y el presidente aragonés comía tranquilamente en Huesca con otros responsables socialistas ajeno a la perturbación que se iba a desencadenar.

Entre un plato y otro, Iglesias recibió una llamada urgente de Elboj para decirle que se iba y que sería el 3 de julio, un año antes de las elecciones municipales. Tras llamar al presidente, sobre las tres de la tarde, telefoneó a su primer teniente de alcalde y portavoz socialista, Luis Felipe, quien fue el encargado de comunicarlo, uno a uno, al resto de miembros del grupo. Posteriormente se filtraría la noticia a una emisora de radio. A partir de ahí, los teléfonos de los socialistas echaban humo, y altos responsables del partido escuchaban con incredulidad el anuncio de dimisión de Elboj.

Una retirada por confirmar

El alcalde ya había dicho en 2007 que sería la última vez que se presentaría, pero el PSOE no se lo acababa de creer. “En cuatro años podía cambiar muchas veces de opinión” . Tanto es así que los responsables orgánicos aragoneses tenían en su agenda que en el mes de julio, cuando concluyera la presidencia de turno de la UE y se diera el pistoletazo de salida para la elección de los candidatos del PSOE, deberían hacerle de nuevo la pregunta.

Fuentes del partido reconocen que barajaban dos escenarios para las municipales en el caso de la capital oscense: uno por si el alcalde quería seguir, en cuyo caso se cumpliría su voluntad, y otro por si éste se retiraba. Preferían la segunda opción, que les dejaba el camino libre para encontrar una cara nueva, pero no querían abrir un frente contra quien tantos réditos electorales les ha reportado: tres mandatos consecutivos de color socialista en la segunda ciudad de Aragón, uno de ellos con mayoría absoluta.

Los responsables del partido consultados por este periódico aseguran que los cogió por sorpresa, no tanto por su intención de no volver a ser candidato como por la de adelantarse un año. Y a contrapié, porque ahora habrá que preparar un sustituto, que no saben si será el mismo que encabece la lista de 2011.

Nadie puede explicar por qué eligió el lunes. “Eso solo está en su cabeza”. Si quería hacer coincidir la dimisión con el 3 de julio, fecha en la que se cumplen 11 años de su toma de posesión, tenía que dar un margen para encontrar un sustituto. Fuentes del PSOE niegan que la decisión se precipitara por algún desencuentro relacionado con su continuidad, porque “seguir o no estaba en sus manos”.

Coincidencias

Como dato anecdótico, varias voces socialistas comentaban las similitudes entre el anuncio de Elboj y el que protagonizó hace un año y medio Marcelino Iglesias al comunicar su marcha. También fue una decisión personal, también por sorpresa y también anunciada a través de una emisora de radio, no en un foro institucional u orgánico ni en una comparecencia pública. Elboj, como Iglesias, se ha ido cuando ha querido. Ni lo ha echado el partido ni las urnas.