Aragón
Suscríbete

La aragonesa Carmen García hace historia en el kárate español gracias a su lucha contra la violencia de género

Se ha convertido en la primera mujer española que logra el cinturón negro 8º dan por vía examen utilizando este arte marcial como forma de autodefensa.

La karateca Carmen García Alcay, en el gimnasio del Centro Deportivo Actur de Zaragoza

“De pequeña, mi madre me decía ‘cuando seas mayor, saldrás tú sola a la calle y quiero que te sepas defender’. La lucha contra la violencia de género ha sido siempre uno de los principales motivos que me ha impulsado a la hora de hacer kárate”, señala Carmen García Alcay, que a sus 54 años acaba de hacer historia en el kárate español. La zaragozana se unió el pasado fin de semana al selecto grupo de seis mujeres españolas con cinturón negro 8º dan, siendo la primera en alcanzarlo por vía examen y convirtiéndose en la karateca que ostenta el grado más alto de todo Aragón.

“Dentro de muy poco voy a cumplir 42 años ligada al kárate. Echo la vista atrás y todavía recuerdo mi primer día de clase, me parece increíble haber llegado hasta aquí. Estoy muy contenta y satisfecha”, explica Carmen, recién llegada de Madrid, donde realizó su examen basado en la utilización de este arte marcial como forma de autodefensa ante la violencia de género en el interior del domicilio.

Este es un tema que le toca de cerca, ya que lleva más de diez años colaborando con la Federación Aragonesa de Lucha, impartiendo cursos de autodefensa a mujeres aragonesas enfocados contra las agresiones sexuales. “Encontré la inspiración en los cursos y así se lo he transmitido siempre a las chicas. Me he nutrido de sus propias experiencias, que me han servido para crecer y aprender. Ayudándolas a ellas, me estaba ayudando a mí misma”, relata.

El examen fue “todo un reto” para ella, que no lo tuvo nada fácil a la hora de prepararlo debido a las lesiones: “En noviembre del año pasado me caí patinando y me rompí dos costillas. En abril me caí de la moto y me partí el tobillo derecho y, para colmo, la semana anterior al examen mi traumatólogo me dijo que tenía el menisco roto y que me tenía que operar la rodilla izquierda”. “Lo fácil hubiese sido no presentarme, pero decidí reestructurar el examen hasta en dos ocasiones para poder llevarlo a cabo sin dolor. El kárate me ha hecho fuerte, me ha empoderado y me ha enseñado a no rendirme ante nada ni nadie”, explica Carmen.

"En ataque con arma blanca, resulta muy difícil no salir herido. Lo que importa es salvar la vida"

La zaragozana, ayudada por tres compañeros, dividió su prueba en varias fases, en las que ejemplificó mediante técnicas y movimientos de kárate posibles reacciones ante situaciones relacionadas con la violencia de género. “Tuve una breve explicación inicial sobre qué era la violencia de género y por qué estaba basando mis movimientos del examen en ella. Los repartí en distintos bloques, ordenándolos de menor a mayor intensidad y comencé a replicarlos durante 16 minutos", explica.

Carmen comenzó realizando un trabajo de esquivas, evitando las constantes arremetidas de sus compañeros, luego pasó a practicar distintas técnicas de agarres y, finalmente, expuso distintas respuestas ante ataques con cuchillos. "En ataques con arma blanca, resulta muy difícil no salir herido, ya sea tanto por pinchazos como por cortes. Pero no importa, hay que asumirlo, lo que importa es salvar la vida", continúa.

La karateca Carmen García Alcay, en el gimnasio del Centro Deportivo Actur de Zaragoza
La karateca Carmen García Alcay, en el gimnasio del Centro Deportivo Actur de Zaragoza
Francisco Jiménez

Ángel Ramiro, que fue campeón del mundo y compañero de selección de Carmen hace casi 30 años; David Vela, compañero de trabajo, y Eduardo Menes, que le ha acompañado en todos sus exámenes desde 5º dan, fueron sus tres acompañantes durante el examen. "Para mí es muy gratificante comprobar cómo el kárate me ha ayudado a tender lazos de amistad tan fuertes que perduran durante tanto tiempo", asegura.

La violencia de género, un problema de todos

"Este es el examen que más me ha gustado de todos los altos grados que he hecho. Esta sociedad tiene un grave problema con la violencia de género y entre todos, incluido el mundo del kárate, debemos contribuir a erradicarlo", explica Carmen.

Carmen García, junto a los otros dos aspirantes a 8º dan y los miembros del tribunal.
Carmen García, junto a los otros dos aspirantes a 8º dan y los miembros del tribunal.
H.A.

Para ella, alcanzar este grado de experiencia "tiene mucho mérito", pero lo realmente importante es "disfrutar del camino". "El kárate me ha enseñado que lo importante no es atesorar, sino el crecimiento personal, la madurez y el conocimiento que vas adquiriendo con el paso de los años", añade.

"El kárate me ha enseñado que lo importante es la madurez que adquieres con el paso de los años" 

Ahora, deberán pasar otros nueve años para que es pueda presentarse al examen para ser 9º dan. "Todavía queda mucho tiempo para eso, pero claro que me gustaría poder llegar", concluye Carmen. Mientras tanto, seguirá ayudando a más mujeres a poder defenderse de las garras de sus agresores.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión