La Fundación Caja Rural de Aragón ha firmado un convenio con el Grupo San Valero para promover la inclusión social a través de la educación. En virtud de este acuerdo, la Fundación destinará 3.000 euros a la bolsa de becas del centro de formación profesional, facilitando así el acceso a la educación a jóvenes en situación de vulnerabilidad.

El convenio ha sido suscrito por Luis Ignacio Lucas, presidente de la Fundación Caja Rural de Aragón, y César Pedro Romero Tierno, director general del Grupo San Valero. Este acuerdo se enmarca en el proyecto Cátedra Profesional FP++, que busca estrechar la colaboración entre empresas y centros formativos para responder a las necesidades del mercado laboral y potenciar la captación de talento.

Primera acción conjunta

La aportación económica a la bolsa de becas es la primera colaboración conjuntas entre ambas entidades. Luis Ignacio ha expresado su preocupación por los adolescentes en situación de vulnerabilidad: “Por desgracia, en nuestro entorno viven jóvenes con padres en paro o en familias monomarentales sin recursos suficientes para afrontar sus estudios. Para nosotros es importante que nadie se quede atrás”.

Por su parte, César Pedro ha enfatizado en la relevancia del apoyo institucional a la Formación Profesional: “Es esencial que instituciones de prestigio faciliten el acceso de los jóvenes a un mercado laboral que demanda una formación especializada. Este acuerdo refuerza el compromiso de las entidades aragonesas con la Formación Profesional, y agradecemos esta colaboración”.

Con la firma de este convenio, Fundación Caja Rural de Aragón y el Grupo San Valero reafirman su compromiso con la calidad educativa, la adaptación de la formación al mercado laboral y la excelencia educativa. Ambas entidades reconocen la importancia de trabajar juntas para asegurar que ningún estudiante abandone sus estudios por motivos económicos, uniendo fuerzas para aportar un valor añadido a la sociedad.

El proyecto FP++ del Grupo San Valero está diseñado para dotar a los alumnos de las competencias y actitudes necesarias para desarrollar con éxito su carrera profesional, asegurando una formación que se alinea con las demandas actuales del mercado laboral. La colaboración activa entre empresas y centros formativos es clave para lograr este objetivo y fomentar una educación inclusiva y de calidad.