Alrededor de 40 vecinos de Farasdués, pueblo de Ejea de los Caballeros, permanecen este miércoles por la tarde confinados en sus viviendas como medida de precaución ante el avance del incendio iniciado pasadas las 16.30 en la cercana localidad de Biota, en las Cinco Villas.

Desde el domicilio del alcalde, Antonio Laborda, se observa el humo y el trabajo de los helicópteros, que se afanan por sofocar las llamas que se han originado en la zona conocida como Corral de la Mallada. Entre la población existe inquietud y preocupación por lo que está ocurriendo y, sobre todo, por el recuerdo del incendio de Luna: "Este jueves se cumplen justo nueve años". Fue el 4 de julio de 2015.

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Voluntarios de Protección Civil y agentes de la Policía Local de Ejea y de la Guardia Civil han avisado esta tarde a los vecinos de que se confinaran en sus casas y que cerraran las ventanas. No obstante, aunque el humo rodea el municipio, no se nota todavía el olor, reconocen desde la población.

"Nos quedaremos aquí hasta que nos digan", reconocen desde la vivienda del alcalde pedáneo. Y en caso de que haya que abandonar la localidad tendrían que salir por la carretera en dirección a Luesia, dado que la que une Farasdués con Ejea está cortada.

"Hay cierta inquietud", reconocen los vecinos. Sobre todo porque a la mente de todos vuelven los duros momentos que se vivieron en 2015, cuando el incendio de Luna asoló cerca de 13.900 hectáreas y afectó a distintos términos. La virulencia del fuego obligó además a desalojar Orés, Asín, Faradués y la pedanía de Malpica de Arbas y Biota.

Tanto en el incendio de Biota como de Mequinenza intervienen también efectivos de bomberos de la Diputación de Zaragoza que se han desplazado desde los parques de Tauste y Ejea (a Biota) y desde el parque de Caspe (al de Mequinenza).