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Telemedicina en Cardiología: así controla el Clínico las arritmias de casi 2.200 pacientes

El hospital implantó hace cuatro años una herramienta para el seguimiento remoto de dispositivos cardiacos y, durante este tiempo, se han atendido 12.788 consultas telemáticas.

Las enfermeras Rebeca García y Laura Sorinas, con los equipos que controlan los dispositivos.
Las enfermeras Rebeca García y Laura Sorinas, con los equipos que controlan los dispositivos.
Francisco Jiménez

Han pasado ya cuatro años desde que el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza implantara una novedosa herramienta en la Unidad de Arritmias para el seguimiento remoto de dispositivos cardiacos por parte de enfermería y ya son 12.788 los pacientes que han sido atendidos con una consulta temática hasta diciembre de 2023, frente a las 4.760 presenciales durante el mismo periodo.

Los resultados de esta experiencia se han dado a conocer esta semana en las XXII Jornadas de trabajo sobre calidad en salud, organizadas en Barbastro. Las encargadas de ejecutar este proyecto han sido dos enfermeras de práctica avanzada en arritmias, Inés Julián y Laura Sorinas, en colaboración desde hace un año con la enfermera Rebeca García.

Enfermería desempeña un papel fundamental en el seguimiento remoto de los dispositivos, algo que, según explican Sorinas y García, tiene ventajas a la hora de identificar los problemas de forma precoz, permitiendo actuar así de manera ágil.

El estudio incluye una revisión retrospectiva de los seguimientos realizados a todos los pacientes de manera telemática en consulta de enfermería de Cardiología desde junio de 2020 hasta la actualidad. Los tipos de dispositivos en seguimiento remoto son marcapasos, desfibriladores implantables intracavitarios, desfibriladores subcutáneos y resincronizadores y holter subcutáneo. La frecuencia de revisión programada de los pacientes con marcapasos es de un año; para el resto, cada seis meses. También se analizó el triaje de alertas diarias recibidas, dando prioridad en la solución a las más graves.

La enfermera Laura Sorinas recuerda que este sistema se iba a iniciar antes de la pandemia de coronavirus: "Esa crisis aceleró su implantación, para poder hacer el seguimiento remoto de los dispositivos cardiacos sin necesidad de que el paciente acudiera al hospital".

Antes, el paciente tenía que acudir a revisión hospitalaria una vez cada tres meses, en caso de ser portador de un desfibrilador, y con una frecuencia anual si llevaba un marcapasos convencional. "Ahora, tras el implante, no tiene que volver más al centro", porque está vigilado por la tecnología en remoto. Se le informa cada seis meses y si se detecta algún fallo se le cita inmediatamente.

En la actualidad, desde esta unidad monitorizan a 2.191 pacientes. Ante los registros detectados que precisaron de una actuación médica, se citó al paciente en consulta presencial para solucionar el problema. En el caso de aquellas revisiones que no tuvieron ningún evento reseñable, se envió carta por correo con su revisión y nota explicativa, ya que no precisaban ninguna visita médica. Se realizó seguimiento de monitores desconectados y se contactó para solucionar el problema de la desconexión.

Recuerdan las profesionales que cuando se coloca el dispositivo proporcionan al usuario un aparato, similar a un router de wifi, con tecnología 4G, que envía a diario toda la información del estado del corazón del paciente a una plataforma ‘online’ que se puede revisar desde cualquier ordenador con acceso a internet.

"Salvo que nosotras en alguna transmisión veamos que es necesario modificarle su programación, no tienen que venir. Es decir, de modo remoto vemos lo mismo que si el paciente estuviera aquí", señalan. "El paciente no tiene que preocuparse de nada. Tiene el aparato en su mesilla de noche", o a menos de tres metros de la cama. "Por la noche, el transmisor hace una conexión con el marcapasos o con el desfibrilador" y, si detecta algo, envía un aviso. Si no, no transfiere nada salvo que tuviera una transmisión programada: "Además, el paciente nos puede llamar para lo que necesite".

La telemedicina, explican, permite "aumentar la seguridad del paciente y reducir el número de visitas hospitalarias, algo que, con una población envejecida y dispersa en Aragón, es un beneficio para reducir los desplazamientos": "También tenemos parámetros que nos predicen que un paciente puede, por ejemplo, puede entrar en insuficiencia cardiaca. Eso lleva a menos ingresos hospitalarios y menos morbilidad".

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