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El Gobierno se resigna: “No habrá reforma de la financiación mientras haya amenaza electoral en Cataluña”

“Sin soberanía fiscal no facilitaremos ninguna investidura”, advierte ERC, mientras la Moncloa apuesta por explorar “otras vías” sin llegar al concierto económico.

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene para hablar de financiación autonómica durante la sesión plenaria en el Congreso de los Diputados
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene para hablar de financiación autonómica durante la sesión plenaria en el Congreso de los Diputados
Eduardo Parra

Los jugadores empiezan a poner las cartas sobre la mesa en la disputada partida para reformar el sistema de financiación autonómica. Desde el Gobierno central ya reconocen que no habrá acuerdo “mientras haya amenaza electoral en Cataluña”, donde Salvador Illa sigue sin lograr los apoyos para presidir la Generalitat. Y ERC confirma el bloqueo: “Sin soberanía fiscal no facilitaremos ninguna investidura”, subrayó este miércoles en el Congreso el diputado independentista Francesc-Marc Álvaro Vidal.

El sistema de financiación autonómica, cuya reforma lleva pendiente desde hace una década, ha vuelto a centrar buena parte del debate parlamentario de este miércoles en la Cámara Baja. Interpelada por el PP, que exige al Gobierno que mueva ficha y respete la equidad de todos los territorios frente a los “chantajes” de los independentistas catalanes, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha vuelto a pedir una negociación a dos con los conservadores.

La ministra rechaza una negociación directa con todas las comunidades, puesto que cada una defendería “legítimamente” posiciones “de máximos” que dificultan el acuerdo. Y ha ofrecido, por contra, que PP y PSOE dialoguen “con discreción” para acercar posturas.

En realidad, los dos grandes partidos coinciden en buena parte de la reforma: dar más recursos a las autonomías para que ninguna salga perdiendo y atender las singularidades de cada una. Pero de ahí a concretar la fórmula del reparto va un trecho. Los conservadores dejan la voz cantante a sus presidentes autonómicos, para no fijar desde Madrid un criterio único que cause una guerra interna, mientras que el PSOE centra sus esfuerzos en convencer a los independentistas antes que al resto, dada la situación de interinidad en la Generalitat.

De hecho, fuentes de la Moncloa reconocían este miércoles que “no habrá reforma de la financiación mientras haya amenaza electoral en Cataluña”. De nuevo, el rompecabezas político de la comunidad vecina y las exigencias de los independentistas condicionan cualquier reparto de fondos.

En este sentido, ERC ha marcado de forma clara su línea roja. “Sin soberanía fiscal no facilitaremos ninguna investidura”, ha manifestado el diputado Vidal en el pleno del Congreso. Los socialistas rechazan la activación de una suerte de cupo catalán, que rompería el sistema, pero no desisten. “Hay que explorar otras vías”, trasladan desde la Moncloa. “Ojalá podamos hacer compatible esa financiación singular de Cataluña con una reforma del sistema que aporte más recursos al conjunto”, ha ofrecido Montero en el hemiciclo.

Desde la DGA, el consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, cree que «la ministra es una irresponsable, que está poniendo en peligro los servicios básicos para llevar a Illa a la presidencia de la Generalitat»

Por contra, la portavoz del PSOE en las Cortes de Aragón, Mayte Pérez, pidió al presidente autonómico, Jorge Azcón, que defienda los intereses de la Comunidad frente a las «presiones» del resto de barones conservadores. «Debería buscar consensos en vez de seguir anclado en la oposición», denunció la socialista. 

Condonación de la deuda

Lo que sí quiere acelerar la ministra es la condonación de parte de la deuda que las autonomías suscribieron durante los peores años de la crisis económica de 2008. La negociación será bilateral para atender las circunstancias de cada caso y comenzará con Cataluña por seguir, argumentan desde la Moncloa, el orden de transferencias de competencias. Por ello, Aragón irá en el furgón de cola, el de las comunidades que accedieron a su autonomía por la vía lenta.

La quita de 15.000 millones de euros de la deuda catalana es un compromiso del PSOE con los independentistas a cambio de la investidura de Pedro Sánchez. Y aunque promete hacerla extensiva en condiciones similares al resto de comunidades, el PP se muestra en contra.

“Da la impresión de que cuando se habla de condonar 15.000 millones de euros a Cataluña es que desaparecen, como si fuera magia. Y no. Condonar 15.000 millones de euros significa que se reparte entre todos los españoles, catalanes incluidos, esa brutalidad de deuda”, advierte Roberto Bermúdez de Castro.

“Hay que preguntarse -añade- y sería bueno que los catalanes se preguntaran, por qué sus responsables políticos han llegado a tener una deuda colosal. Por qué sus servicios básicos son lo que son y en qué han empleado el dinero”.

Para Bermúdez de Castro, “el albañil, el camarero, el profesional liberal, el autónomo que paga sus cuotas, que paga su IRPF… ha visto cómo una parte importante de la recaudación se ha dirigido a cosas falaces, a decorados de cartón y no a un mejor funcionamiento de la sanidad, la educación, bienestar social o infraestructuras. ¿Y ahora esos desmanes los tenemos que pagar entre todos? No es ni lógico ni consecuente”, censura.

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