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Comienza el juicio por el pacto que regula la herencia de los Luengo, una de las mayores fortunas de Aragón

La magistrada deberá decidir sobre la validez o no del acuerdo firmado por Angel Luengo y su mujer que puso a dos de los nietos del empresario aragonés al frente del Grupo Samca

Teruel
Imagen de la fábrica de gres de Alcorisa, ahora reabierta por Samca.
Heraldo

Un juzgado de la capital aragonesa celebra desde hoy la vista en la que deberá resolver si el pacto sucesorio que firmaron el empresario aragonés Ángel Luengo Martínez y su mujer, Aurora Sanz Pérez -ambos ya fallecidos- es válido o no. Aquel acuerdo dejó al frente del Grupo Samca y de todo el patrimonio consorcial de la pareja a dos de sus nietos, Javier y Guillermo Luengo Egido, saltándose la generación de sus ocho hijos.

Dos de ellos -Ángel Antonio y Javier-, y una nieta, Caroline, hija del primero, entienden que debe ser declarado nulo porque consideran que invalidó la autonomía de la voluntad de Aurora Sanz tanto en vida como si su marido fallecía antes que ella, como así sucedió. Ángel Luengo Martínez falleció en agosto de 2021 en Zaragoza a los 92 años y su esposa en abril de 2023 a los 94.

Al morir el empresario y conocer sus últimas voluntades sus hijos comprobaron que entre 1979 y 2007 el matrimonio había hecho seis testamentos en los que las relaciones entre marido y mujer eran equilibradas y recíprocas y no establecían ninguna diferencia en función de quién muriera antes. Sin embargo, el último documento firmado en 2010 no era ni de hermandad ni mancomunado, como los anteriores, sino que se trató de un contrato sucesorio; un pacto que, a diferencia de los otros, era y es irrevocable, salvo que ahora dijera lo contrario la magistrada encargada del caso.

Los dos hijos y la nieta demandantes cuestionan el acuerdo porque creen que, desde el momento en que se firmó, la voluntad era sustituida a todos los efectos por la de su marido o por cualesquiera terceros designados por Ángel Luengo. De esta forma, la mujer quedaba, como aprecian los demandantes, "privada de todo control sobre el patrimonio consorcial y el derecho de fiducia" que establecían los testamentos de hermandad hasta entonces otorgados por el matrimonio.

Durante la vista oral, que se celebra a puerta cerrada, quieren demostrar además que cuando Aurora Sanz firmó el documento tenía 81 años y sus capacidades intelectivas y volitivas ya estaban disminuidas y no le permitían comprender un escrito de tal complejidad.

El 5 de septiembre de 2023 el juzgado celebró una audiencia previa entre las dos partes de la familia enfrentadas por el pacto sucesorio pero, como era de esperar, no hubo posibilidad alguna de acuerdo puesto que cada una mantuvo su postura.

La magistrada resolvió varias cuestiones procesales, entre ellas la petición de los demandados de que fijase la cuantía del procedimiento en un importe cercano a 2.000 millones de euros. La solicitud, que buscaba disuadir a la parte demandante por el alto coste que habría tenido el pleito civil, fue desestimada y mantuvo la cuantía como indeterminada. En este litigio no se dirime el multimillonario valor del patrimonio de la familia Luengo, sino si el contrato sucesorio firmado por el matrimonio es válido o no.

La jueza admitió la declaración de las 14 partes personadas, 23 testigos y seis peritos, así como la reproducción de varios testimonios de audio de la propia Aurora Sanz con los que pretenden demostrar su voluntad respecto al destino de su herencia. Salvo imprevistos, el juicio está organizado para que dure cuatro días y se celebra a puerta cerrada a petición de los demandados Javier y Guillermo Luengo Egido, miembros del comité de dirección del Grupo Samca. Comenzará por los interrogatorios de las partes y continuará con los testigos y peritos.

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