Aragón
Suscríbete

Acoso en la carretera: “Para ellos quizás fue gracioso, para nosotros, no”

La Guardia Civil advierte: “Lo más importante en estos casos es no entrar en provocaciones”. Esta acción es un delito y puede conllevar penas de hasta 5 años de cárcel.

Silvia y José Luis vivieron, junto a su pequeña Indira, un episodio muy desagradable.
Silvia y José Luis vivieron, junto a su pequeña Indira, un episodio muy desagradable.
C.I.

Hace tan solo unas semanas en la AP7, en Montseny (Barcelona), un vehículo con una actitud completamente hostil cerraba el paso a otro conductor impidiendo que le adelantara y obligándole finalmente a detener el tráfico en la autopista. Una imagen que, lamentablemente, se repite más de lo que imaginamos, tanto dentro como fuera de la ciudad. Eso es conducción temeraria y es un delito.

“Fue todo muy rápido”, comienza Javier Martínez, quien vivió una situación “muy fuerte” hace tan solo unas semanas en la carretera Castellón de Zaragoza, a la altura del Burgo de Ebro. “Íbamos en el coche, yo de copiloto con mi pareja, y su padre en el coche de delante. En uno de los carriles de incorporación salió un coche a toda velocidad que nos hizo pegar un frenazo, siendo que detrás nuestro no había nadie”, rememora.

Su pareja, a modo de llamada de atención, le echó las luces en un par de ocasiones. Lo que no imaginaban fueron las consecuencias que este acto iba a tener: “De repente, de forma muy violenta, regresó al carril de incorporación y nos dejó pasar. Se colocó detrás nuestro y comenzó a perseguirnos muy de cerca”.

No tardaron en darse cuenta de que les estaba persiguiendo, así que llamaron a su suegro, que seguía en el coche de delante, para que les dejara adelantar y que el conductor desistiera de sus intenciones. “No nos dejó. Casi le obligó a salirse de la carretera para volver a colocarse en medio de los dos”, relata. Fue cuando se dio cuenta de que iban los dos coches juntos cuando decidió pasar de largo. “Pasamos un rato que no le desearía a nadie, no sabes cómo reaccionar ante algo así”, admite.

José Luis López tuvo también una mala experiencia en la carretera.
José Luis López tuvo también una mala experiencia en la carretera.
C.I.

Tampoco vivieron una situación nada agradable Silvia Pérez y José Luís Latorre la pasada noche de Reyes mientras volvían a casa con su pequeña Indira, de tan solo 2 meses por aquel entonces. Fue en la zona de la Aljafería, en la capital aragonesa. “Nos cruzamos de carril y al coche que iba detrás no le debió de hacer gracia, así que empezaron a seguirnos de forma muy intimidatoria”, rememora.

Recorrieron la avenida de Madrid, la calle Rioja, la avenida de Valencia. “Comenzamos a cambiar de carril insistentemente y ellos hacían lo mismo, incluso hicimos un cambio de sentido para comprobar que nos estaban siguiendo y nada”, prosigue la enfermera. ¿Lo peor? “Llegaron a ponerse a nuestro lado un par de veces y miraban a la bebé. Estábamos muy asustados”, reconoce. Tanto fue así que acabaron llamando a la policía. “Nos dijeron que fuéramos hacia la comisaría y cuando se dieron cuenta, pasaron de largo. Para ellos quizás fue gracioso, para nosotros no lo fue”, añade.

Otro zaragozano, Luis López, comercial de farmacia, asegura que le ha pasado varias veces a lo largo de su vida. Una de las peores experiencias tuvo lugar de camino a La Muela: “Después de adelantar a un coche se puso a seguirme de cerca para que acelerase cada vez más. Una vez me adelantó, comenzó a frenar para que tuviera que hacerlo yo. Así estuvimos varios minutos”, rememora.

Situaciones de miedo, ansiedad, enfado o ira, mucho más habituales de lo que parecen, en las que, muchas veces, no sabemos cómo reaccionar ¿La clave? Como explica el Teniente de la Guardia Civil de Tráfico de Zaragoza, Joaquín Triguero, mantener la calma: “Lo más importante en estos casos es no entrar en provocaciones, absteniéndose de copiar la conducta del otro conductor”.

Russell Crowe, en 'Salvaje', un filme que narra el terrible acoso de un conductor.
Russell Crowe, en 'Salvaje', un filme que narra el terrible acoso de un conductor.
Heraldo

Evitar un accidente

Y es que, lo más importante en estos casos, es evitar que la conducta del otro conductor termine en un siniestro vial, por eso, como explica el Teniente, “dejaremos que el otro conductor se vaya, tomando datos de la matrícula y avisando a las autoridades para que sean ellos los que lo identifiquen y procedan a comprobar si se encuentra en buenas condiciones para conducir”. Además, siempre que sea posible, grabaremos los hechos pues podrían servir como prueba.

Porque si bien es cierto que cualquier persona es susceptible de toparse con un conductor de estas características, también lo es que no existe un perfil concreto ni de infractor ni de víctima. “El problema mayor sucede cuando se juntan dos conductores agresivos”, advierte el experto.

Penas de prisión de hasta 5 años

Primero de todo, tenemos que saber que estamos ante un caso de conducción temeraria o negligente. Y sí, tiene consecuencias. De hecho, los primeros están catalogados como muy graves. Eso sí, cada conducta debe ser interpretada y, por ende, “incardinada en una legislación determinada”, bien sea la administrativa o la penal. “Para ello, se tiene que valorar el comportamiento del conductor como sujeto activo. Asimismo, valoraremos también el carácter del sujeto pasivo, ya que pudiera tratarse de algún colectivo vulnerable -peatones, ciclistas, motoristas, infancia o personas mayores-”, explica el experto.

En cuanto al delito de Conducción Temeraria viene recogido en los artículos 380 y 381 del Código Penal, donde se castiga con penas de prisión de hasta 5 años, la privación del derecho a conducir hasta 10 años y, en algunos casos, con una multa administrativa. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión