Preacuerdo para evitar los paros en el servicio de limpieza de Calatayud
El comité de huelga y Urbaser pactan una subida salarial que se acerca a la petición de los trabajadores, que mañana someterán el compromiso a votación.
La reunión en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) entre los representantes de Urbaser, la empresa concesionaria del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos urbanos del Ayuntamiento de Calatayud, y el comité de huelga de la plantilla ha servido para alcanzar un preacuerdo este jueves. En ese compromiso, se ha establecido, según fuentes conocedoras de las conversaciones, un incremento salarial que está en la línea de lo establecido en el acuerdo de negociación colectiva estatal y que se aproximaría al 3% para este año y para 2025.
Ese ha sido el único punto de encuentro, ya que otras de las exigencias de los empleados, como una vigencia más extensa del convenio o la aplicación de pluses, han quedado descartadas en esta jornada. El texto resultante será sometido este viernes a una votación por la asamblea, que se reunirá a las 12.30 para que puedan participar los tres turnos laborables en los que se reparten la treintena de operarios.
De esta manera, ha quedado suspendida la primera jornada de paros parciales, que se iba a iniciar mañana, y la concentración prevista ante las puertas del Consistorio, al que se pedía su intermediación. Si el acuerdo finalmente es ratificado, también se cancelarán las otras dos jornadas de protesta, la del sábado y la del domingo, que coincidían de pleno con la celebración este fin de semana de las Alfonsadas.
El lunes, a través de un comunicado de Comisiones Obreras, hacía visible la situación de bloqueo en la negociación del convenio colectivo de este servicio que Urbaser se adjudicó en abril de 2021. Así, desde CCOO, consideraban que los planteamientos de la compañía eran "insuficientes teniendo en cuenta la evolución del IPC en los últimos años, lo cual, "haría perder poder adquisitivo a la plantilla".
Fuentes de la empresa, por su parte, tildaban de "muy elevadas" las pretensiones de los trabajadores y argumentaban que la fórmula de revisión del contrato con el Ayuntamiento les deja muy poco margen de maniobra.
