Empresa familiar
Profesionalización y un equipo implicado, claves del éxito en la empresa familiar
Generan el 69% del PIB de la Comunidad, el 70% del empleo privado y defienden el compromiso y su arraigo, con muchas ya en tercera generación en Aragón.
Nutrirse de gente involucrada y que se implique es una de las claves del éxito en la empresa familiar. Profesionalizarla y tener una estrategia clara por si se escinde un grupo familiar que otro tome el relevo, es otro de los pilares, señalaron ayer Alberto Sainz, presidente de la correduría de seguros Anagan y Sergio Samper, CEO del Grupo Jorge, del sector del porcino, dos de los protagonistas de la jornada organizada ayer por HERALDO y Fundación Ibercaja para visibilizar el compromiso y los valores de compañías nacidas en Aragón creadoras de riqueza y arraigadas en la tierra.
José Luis Rodrigo, director general de la Fundación Ibercaja abrió la jornada recordando que esta «fundación junto con el banco son una gran familia de 148 años» y elogiando a «las más de 30.000 empresas familiares que generan el 70% del empleo privado en Aragón (165.000 empleos directos y más de 15.000 millones de euros en desarrollo en el territorio) que aportan el 69% del PIB».
«Amor a la tierra, solidaridad con el resto de los empresarios, pasión por lo que haces y el apoyo de la familia que soporta nuestras ausencias» son otros de los pilares que sustentan la empresa familiar, destacó Jesús Morte, de 80 años y presidente del Grupo Parque de Atracciones, que puso en valor ser de las pocas compañías de este tipo en España que ha pasado de los 50 años. «Más que solera es un milagro que sigamos. Pocos parques de atracciones han sobrevivido en España», dijo.
«El alma de nuestro trabajo es el personal, empezando por mi mujer, que desde que estaba estudiando empezó conmigo en la empresa y llevamos 40 años», destacó Javier Grasa, director general de Coviar. También en la necesidad de «nutrirse de gente involucrada y de rodearse de buena gente», abundó Sainz de Anagan, al intervenir en la mesa redonda ‘Empresas con solera’ que moderó Teresa Fernández, directora de Banca de Empresas de Ibercaja Banco y directora general. «Que se repartan dividendos es también importante», apostilló Samper para el éxito de una empresa familiar. «Si un dueño de la compañía no lo disfrutas o no le renta se pierde el cariño por lo que tiene; así que tenemos que ganar dinero», dijo.
Tener un protocolo por escrito para garantizar que el relevo generacional se hace con normalidad y que haya diálogo y convencimiento entre los miembros de la familia es esencial para amarrar su continuidad, según destacaron tanto Elena Pascual, directora general de Exafan, como José María Marín, presidente de Ceste, participantes en la primera mesa redonda moderada por el director de HERALDO, Mikel Iturbe, en una jornada a la que asistió la vicepresidenta segunda Mar Vaquero y la presidenta de HERALDO, Paloma de Yarza, entre otros directivos y empresarios.
«Un proceso natural»
Ambos recordaron que la sucesión fue «un proceso natural». En el caso de Exafan, confesó Pascual, porque empezó trabajando los veranos en la empresa. Y después, «me pegué a mi padre para absorber la experiencia de su generación; él sigue estando aunque de otra manera», comentó. Y en el caso de Ceste, Marín reconoció que sus padres supieron transmitirles la vocación y el amor por un proyecto para el que ya cuentan con la tercera generación al «llevarse muy bien» entre ellos. «Hay momentos complicados en el devenir de las empresas y conviene que la familia esté muy integrada con los equipos», afirmaron.
Tanto Grasa, de Coviar, como Sainz, de Anagan, agradecieron a HERALDO haber estado acompañándoles en sus orígenes, en el caso de la empresa de seguridad como cliente desde el principio y en el caso de la correduría de seguros porque su fundador, soriano aunque se considera aragonés al llevar 36 años en la Comunidad, contó que empezó de comercial de seguros gracias a un anuncio de empleo que encontró en este diario para años después emprender y contar ahora con 200 personas en el equipo, 25 oficinas en toda España y factura 80 millones.
«En la confianza en el núcleo familiar, en la unidad –en lo bueno y en lo malo– y en la necesidad de rodearse de un buen equipo profesional para compensar las limitaciones de la familia» añadió Samper, que recordó que el proyecto empresarial que hoy es Grupo Jorge lo inició su abuelo hace 70 años cuando era comerciante de cerdo vivo, si bien la etapa más industrial la comenzó su hermano mayor. «Luego nos incorporamos el resto para focalizarnos en la exportación», añadió. Aragón es una de las regiones que más empresas familiares tiene en tercera generación, subrayó Jorge Esteban, director general de la Asociación de Empresa Familiar de Aragón (Aefa), que insistió en la gran riqueza que aportan.
