El Messi del alfalfa juega en Aragón
Una delegación argentina de productores de alfalfa visitaba FORSA para conocer las claves de la producción de este cereal en nuestro país.
Con el objetivo de “conocer a fondo la realidad productivo e industrial de este país [España] que es el segundo exportador mundial de alfalfa”, una delegación del Clúster de Alfalfa de la Provincia de Córdoba (Argentina) han recorrido las zonas productoras de alfalfa más importantes, visitando industrias de distinta escala y de diferente integración social. Asimismo, quisieron conocer lo que se está haciendo a nivel industrial.
En Aragón recalaron en FORSA, empresa ubicada en la localidad oscense de Almuniente. Además de su “avanzada maquinaria”, la delegación argentina destacó “la escala y ritmo de producción” de la deshidratadora oscense, de la pudieron aprender, asimismo, “la estrategia de producir distintas calidades de materiales y mantener la producción al máximo, con la consciencia de que la escala es un factor diferencial”.
Argentina cuenta con cerca de tres millones de hectáreas de alfalfa siendo Córdoba la principal productora con 610.000 hectáreas, pero su impacto es de menos del 1,5% del mercado mundial de alfalfa. Las producciones ocurren en zonas húmedas o subhúmedas coincidiendo la época de cultivo con las épocas más lluviosas y de alta frecuencia de lluvia. “Esto representa una gran dificultad de obtener grandes volúmenes de heno de calidad volviéndose necesario y fundamental el deshidratado en industria y por la distancia a los mercados, también fundamental su recompactado”, detalla Gastón Urrets, gerente del Clúster de Alfalfa de la provincia de Córdoba.
El Clúster de Alfalfa de la Provincia de Córdoba es una red colaborativa de trabajo que aglutina a 90 socios de la cadena de valor de la alfalfa en la provincia de Córdoba y de once provincias más del país. Su objetivo es representar, consolidar y potenciar al sector, contribuyendo a la mayor profesionalización y competitividad de cada uno que la conforma. Sus miembros son productores agropecuarios, industrializadores, comercializadores, aduaneros, proveedores de máquinas e insumos, instituciones de ciencia y técnica, entes gubernamentales y otras instituciones públicas y privadas.
Entre sus principales líneas de trabajo figuran capacitaciones técnicas y empresariales, aprendizaje cruzado, nuevas oportunidades de negocio, programa de internacionalización de empresas o el impulso de la I+d+i.
Si bien una visita de estas características podría entenderse como algo así como una revelación de secretos a la competencia, desde FORSA, se mostraron “completamente abiertos” a responder cualquier duda o cuestión. “En general creemos que la colaboración propicia mayores avances que hacer una competencia desleal o plantear dificultades al desarrollo de otras empresas de nuestro sector. Así ganamos todos y, sobre todo, gana el sector”, apunta Francisco Tabuenca, consejero delegado de FORSA. Además, “sus principales mercados son Brasil o Chile, que son muy diferentes a los nuestros”, añade.
De hecho, desde el clúster argentino han querido “destacar la atención recibida durante la visita, sintiendo la amabilidad y entrega de nuestros anfitriones a quienes estamos enormemente agradecidos”.
La entrada de una nueva propiedad en FORSA en 2017 supuso una inversión de nueve millones de euros en mejora de las líneas de producción con el fin de atender de manera más efectiva la demanda internacional de alfalfa, que supone casi el 90% de su producción con los países del Golfo Pérsico como principal destino de sus exportaciones.
