Aragón
Suscríbete

Así es el taller 'El porno es un fake' en un instituto aragonés: "No se trata de criminalizar, sino de reflexionar"

Un millar de estudiantes de entre 16 y 18 años participan en talleres sobre la influencia del consumo de pornografía.

La psicóloga y sexóloga Julia Fleta imparte el taller 'El porno es un fake' a estudiantes de 1º de Bachillerato del instituto de Alagón.
La psicóloga y sexóloga Julia Fleta imparte el taller 'El porno es un fake' a estudiantes de 1º de Bachillerato del instituto de Alagón.
Francisco Jiménez

"No estamos aquí para juzgar, adoctrinar ni criminalizar a los jóvenes por ver porno, simplemente queremos que reflexionéis, que sepáis sus consecuencias y riesgos, y así igual os lo replanteáis".

Julia Fleta, psicóloga y sexóloga del Instituto Amaltea de Zaragoza, se dirige así a un grupo de chavales de 1º de bachillerato del instituto Conde Aranda de Alagón. Una forma de dejar claro que en esta sesión del taller ‘El porno es un fake’, un nuevo programa lanzado por el Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ) para concienciarles de la perniciosa influencia que los contenidos eróticos que consumen ejercen sobre su sexualidad y sus relaciones, pueden decir abiertamente lo que piensan.

Y surte efecto, porque uno de los chicos cuenta cómo con solo 10 años entró en un videojuego en lo que parecía ser una zapatería para comprarle un mejor calzado a su personaje y se encontró metido en un sala de ‘striptease’.

"Yo me he encontrado a alumnos de 6º de primaria preguntándome qué quiere decir ‘Las tías más cachondas a 100 metros de tí’ y a padres asustados porque saltaban páginas de este tipo en inocentes series de dibujos infantiles", les pone también como ejemplos esta psicóloga. La Play es la tercera vía más utilizada por los niños y adolescentes para llegar a la pornografía, por detrás, lógicamente, del teléfono móvil y la tableta.

Los expertos coinciden en que actualmente a los 9 años ya hay niños expuestos por primera vez a estos contenidos aunque sea de manera accidental. Un dato que capta la atención del joven auditorio. El resto de estadísticas que se aportan a lo largo de la charla los asumen con más naturalidad. Son de 2021. El 75,8% de los chicos reconoce que empezó a mirar pornografía antes de los 16 años. Menos habitual es en las chicas con esta edad, el 35,5%, pero ya empieza a ser más común entre los 16 y los 18 años, cuando este porcentaje se eleva al 48,3%. Para ellos la edad de inicio es a los 14,2 años y ellas la retrasan hasta los 16,4.

El programa ‘El porno es un fake’, que continuará el curso que viene hasta noviembre, comprende un total de 63 talleres para alumnos de 1º y 2º de bachillerato, de Formación Profesional y, en algunos casos, de 4º de ESO. Se distribuyen en 10 de intervención con familias y 53 con el alumnado. Amaltea, con casi tres décadas de trayectoria, lo ha diseñado específicamente para la iniciativa del Ejecutivo autonómico.

Efectos especiales y distorsiones de la realidad

Para debatir sobre su influencia en cuestiones como la banalización de comportamientos violentos y de la mujer y el aumento de las prácticas de riesgo, Fleta plantea una dinámica en grupo sobre los efectos especiales y las distorsiones de la realidad. Las situaciones fantasiosas y "posturas exageradas", la falsa lubricación, fingir los orgasmos y expresiones, un porno dirigido sobre todo al hombre y centrado en los genitales y los estereotipos femeninos son algunos de los temas que se comentan en la puesta en común.

"Se da por hecho que con nuestra edad tenemos que tener claro que el porno es algo falso, pero está bien hablar de ello", opina una de las chicas al final de una sesión de casi dos horas. Una de sus compañeras de clase añade que lo que más les ha sorprendido es el testimonio de un chaval de su edad, que les ha comentado la psicóloga, en el que reconocía a las claras que cuando estaba con su novia "lo pasaba peor que en la Evau". La culpa, las "falsas expectativas" que se había creado por lo que había visto ‘online’.

"Uno de los principales peligros es que normalizan conductas que son peculiares. Como las prácticas habituales ya no les produce ningún tipo de sensación tienen que ir buscando cada vez cosas más intensas, más fuertes y más potentes para provocar la misma respuesta que acaban normalizando", asegura Julia Fleta ya fuera del aula.

La razón de la mayor incidencia en los últimos años entre los jóvenes de las enfermedades de transmisión sexual también hay que buscarla en el fácil acceso a la pornografía: "Nunca se ve un preservativo, lo que normaliza que no usen métodos de barrera".

En el instituto de Alagón el alumnado recibe educación afectivo-sexual, también por parte de Amaltea, en 2º y 4º de secundaria dentro del plan de acción tutorial. "La pornografía está en el aire, aunque no nos hemos encontrado con ningún problema relacionado con ella", reconoce Sofía Díaz, la orientadora del centro.

Fleta imparte también la charla a las familias. Les habla abiertamente de las páginas en las que ven porno los chavales y que el control parental no garantiza que no accedan a él. Les insta a aprovechar cualquier oportunidad para hablar del tema, viendo alguna película o serie, o, si hacen preguntas, contestando de «manera emocional» y con respuestas "adecuadas y cortas"

La pornografía es incómoda, pero una realidad "que no hay que evitar", defiende Fleta. También es efectivo opinar en voz alta en conversaciones que los hijos escuchen aunque no participen directamente en ellas. De cara al próximo curso, la Consejería de Derechos Sociales valorará adelantar los talleres a edades más tempranas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión