“Antes de la pausa vacacional de este verano”. Es el plazo que se ha marcado la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para impulsar definitivamente la instalación de plantas fotovoltaicas flotantes sobre los embalses del país. La medida, anunciada hace más de dos años con el rechazo de Aragón, se ha visto bloqueada por problemas técnicos en su tramitación, pero ahora parece que verá la luz. En una intervención en el Senado, la vicepresidenta tercera del Gobierno central ha defendido este martes el proyecto como una “solución relevante” en el proceso de descarbonización de la economía del país.

Fue en abril de 2022 cuando el Ministerio anunció su intención de permitir la instalación de placas solares flotantes sobre la lámina de agua de un centenar de embalses de titularidad estatal, catorce de ellos ubicados en Aragón. Su concesión saldría a concurso público por un periodo máximo de 25 años.

Entre las ventajas que el Gobierno central busca con este proyecto destaca el “mayor rendimiento energético” gracias a los efectos de enfriamiento del agua y la ausencia de zonas de sombra. Además, se espera una menor evaporación en los embalses y potenciar las centrales hidroeléctricas, ya que se “optimizarían” las infraestructuras de evacuación.

No obstante, el Ministerio limitaba los acuíferos disponibles de acuerdo a criterios medioambientales o de uso recreativo y de navegación. Por ejemplo, quedaban fuera todos los lagos naturales y los embalses con escasa carga de nutrientes para no dañar sus ecosistemas.

En Aragón, y a falta de concretar la iniciativa, estaba prevista la autorización de plantas solares en los pantanos de Moneva, El Val, Cueva Foradada, Lechago, Gallipuén, Tranquera, Sotonera, Lanuza, Búbal, El Grado, Montearagón, Ardisa, La Estanca y San Salvador.

Rechazo de Aragón

La propuesta no caló bien en Aragón. El anterior Ejecutivo socialista de Javier Lambán fue uno de los pocos que se opuso en el Consejo Nacional del Agua a esta nueva regulación, al entender que podría tener un impacto negativo ambiental, en las actividades turísticas y recreativas, y en las expectativas de regadío.

Este martes, a pregunta del senador Igotz López (PNV), la ministra Ribera ha reconocido el bloqueo en el impulso de esta medida, recogida en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. “Se trabajó en la tramitación, un trabajo intenso y complejo, que culminamos remitiendo el expediente al Consejo de Estado, que nos hizo varias sugerencias importantes”, ha relatado. Entre otros cambios, el Ministerio debe habilitar una ventanilla única para formalizar los proyectos, impactados por la regulación medioambiental y por la energética.

“Hay que tener cuidado porque la competencia de Energía depende de la potencia instalada”, ha añadido Ribera, que en cualquier caso se ha comprometido a llevar el Real Decreto al Consejo de Ministros “en las próximas semanas”.