Los leones del Ebro de la Fundación Down se hacen oír en las Cortes de Aragón
Ocho jóvenes que participan en la III edición de la Liga española de debate entre personas con discapacidad intelectual ensayan a lo grande en el salón de plenos.
Están decididos a demostrar que tienen una opinión y que es igual que la de todos, por lo que merece ser escuchada y tenida en cuenta. Además, saben defenderla y argumentarla desde el atril, imponga lo que imponga, y enfrentarse, dialécticamente hablando, a quienes sostienen ideas diferentes. Es el objetivo de los ocho componentes del equipo de la Fundación Down de Zaragoza que viajarán a Madrid para tomar parte los próximos días 15 y 16 de junio en la III edición de la Liga española de debate entre jóvenes con discapacidad intelectual. Una iniciativa que bajo el título ‘Yo tengo opinión’ busca favorecer un cambio de mirada hacia este colectivo y ayudar a poner en valor sus capacidades.
El salón de plenos de las Cortes de Aragón fue escenario este viernes, durante más de dos horas, de un ensayo general, ante un auditorio de cerca de cien personas. “Nos queremos traer el trofeo para esta tierra”, asegura tras esta puesta en escena Javier Torralba, uno de los componentes de la delegación zaragozana, encargado de abrir el fuego en las intervenciones. Tiene ya algo de experiencia porque participó el año pasado. El resto del equipo lo forman Raquel Marteles, Manuel Cereza, Rebeca Aznar, Bea Joven, Iván Sánchez, Rubén Borobia y María Pilar Rey. Un cuarteto titular y otro suplente, pero eso es lo que menos importa.
En la capital de España 9 equipos de la capital de España, Orense, Granada, Zaragoza, Valladolid y Córdoba hablarán sobre la posibilidad de comer saludable en nuestros días. A la delegación aragonesa le toca convencer de que sí. En el hemiciclo dejan muy claro que su postura se basa en tres puntos: somos los que comemos, el cada vez mayor acercamiento a los menús saludables y los cambios en los estilos de vida.
Entre nervios y emoción lanzan su consignas, gesticulan lo necesario para captar la atención del público y cumplen a rajatabla con el tiempo pautado. “La alimentación es nuestra medicina más poderosa”, “No somos perfectos pero lo estamos intentando” y “200 gramos de garbanzos son más baratos que 200 de bacon” son algunos de los eslóganes que llevan apuntados en sus notas, como cualquier orador.
Llevan preparándose desde febrero. Además de buscar información, argumentos, investigaciones y datos que sustentan su postura, han aprendido a hablar en público, gesticular, enfatizar y proyectar la voz.
“Estar aquí supone un cambio de paradigma. Subir a un estrado y tener una opinión formada para poder compartirla con el público, y que sea valorada y evaluada por unos jueces que son expertos en el tema, para ellos supone algo muy importante, es algo novedoso”, asegura Iris Albar, de la Asociación de Debate de la Universidad de Zaragoza (ADUZ), que les ha ayudado para conseguir su reto. El papel de jueces recayó en otros tres estudiantes de Derecho y miembros de ADUZ -Jaime Lombarte, Mónica Gracia y Mohamed Bel Abbes Rachidi- y Andrei Dumea, de la consultora EY, entidad mentora de Fundación Down Zaragoza.
El representante de la Liga LEDU (Liga Española de Debate Universitario), Ángel Domingo, subraya “la importancia de la palabra como una herramienta poderosa, capaz de romper muros tan altos como los prejuicios”. "Hay que trasladar a todo el ámbito educativo y formativo las herramientas que dan autonomía, libertad y que nos permiten ser miembros activos de la sociedad", concluye.
En un salón de plenos acostumbrado en los últimos tiempos a algunos debates broncos, con continuas interrupciones, en el que nadie parece escuchar a nadie e incluso con ataques cruzados de grueso calibre, el protagonizado por Los leones del Ebro ha sido un ejemplo de respeto máximo, orden y buenas formas.
La consejera de Bienestar Social y Familia, Carmen Susín, aludía a ello al cerrar el acto: "He de decir que los políticos que nos sentamos aquí cada día deberíamos recordar las reglas del debate y aplicárnoslas un poco más a menudo”. Los aplausos unánimes y los abrazos al final de las intervenciones de este viernes hace tiempo que no se veían en la Cámara autonómica.
