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Buscando a todos los Rabinad en España: "Salimos de Chiprana, Caspe y Jaulín"

Joaquín Rabinad, un barcelonés cuyo abuelo paterno emigró de joven de Aragón a Cataluña, ha elaborado a lo largo de cuatro años el árbol genealógico de todas las personas que tienen ese apellido.

Joaquin Rabinad con el árbol genealógico de una rama de los Rabinad de fondo, este martes en Barcelona.
Joaquín Rabinad con el árbol genealógico de una rama de los Rabinad de fondo, este martes en Barcelona.
J. R.

Joaquín Rabinad pone el acento en que no estamos en este mundo por casualidad. "No es porque hayamos caído del cielo", advierte este barcelonés. Detrás de nuestros apellidos se esconde la historia de antepasados y territorios que, en su caso, le llevan a Aragón y a embarcarse en un trabajo de investigación ímprobo desde hace 4 años.

Hasta entonces nunca había oído hablar de Chiprana. Es más, tuvo que coger un mapa para situarla cuando un amigo le regaló una parte de su árbol genealógico por su cumpleaños. Sí que sabía que su abuelo paterno, Ciriaco Rabinad Peinado, era aragonés pero desconocía que había nacido en dicha localidad zaragozana. "Vino solo a Cataluña con 18-19 años y luego trajo a su madre y hermanos. En el Bajo Aragón hubo unas grandes heladas en 1892, fueron casi cuatro años seguidos. Mucha gente de pueblecitos de esa zona se vio obligada a emigrar por la hambruna. Tomaron la ruta del Ebro hacia Alcañiz, Falset y cuando llegaron a Barcelona muchos, entre ellos los Rabinad, se quedaron en Sant Martí de Provençals (en aquella época extramuros). Había muchas empresas textiles y salineras y esa gente encontró trabajo ahí", explica este investigador 'amateur'.

De la extrañeza inicial surgió el interés por conocer más de esa rama familiar. Y tirando del hilo ha llegado no solo a elaborar su árbol genealógico sino el de todos los Rabinad que hay en España, a los que llamó de uno en uno para explicarles quién era su abuelo, bisabuelo, tatarabuelo... "Una labor de locos porque es como un puzle en el que tienes que empezar a encajar fichas. Me he movido en registros civiles, en el Arzobispado de Zaragoza, por cementerios... Es un trabajo bestial. Los Rabinad salimos de Chiprana, Caspe y Jaulín", detalla.

En total -y siempre según su estudio- 122 Rabinad de primer apellido y 77, de segundo; la mayoría concentrados en Cataluña (en las cuatro provincias) seguida de Zaragoza, Caspe y Chiprana. "Hay algunos en Madrid e incluso uno en Argentina", añade. Los que no están incluidos en estas cifras son los de Jaulín, que con el paso del tiempo perdieron la d final para ser sustituida por una l, algo averiguado no hace mucho.

"En Jaulín había una duda. A 90 kilómetros de Caspe y Chiprana -de donde salíamos los Rabinad- había Rabinal. Yo creía que eso era por un error ortográfico y llamé al Ayuntamiento de Jaulín. Al final logré un teléfono y me pusieron en contacto con un señor de María de Huerva, que tenía una enorme documentación que habían realizado una señora del pueblo y su marido. Estaban documentados todos los nacimientos, matrimonios y defunciones desde 1560. Esa mujer había hecho ficha por ficha una mención a cada persona de Jaulín", relata.

Revisando los papeles se percató de que en 1650 un vecino de Caspe -Francisco Rabinad- se trasladó a Jaulín junto a esposa. "Toda su descendencia eran Rabinad y, a partir de 1830, un señor escribe mal el apellido y lo transforma a Rabinal", prosigue. En cuanto a cómo llegó dicha familia hasta ese pueblo barajan dos opciones. "Había una fábrica de vidrio muy importante y creemos que ese señor (que era vidriero) se fue a trabajar ahí. La otra es que en esa época Jaulín era zona morisca y cuando fueron expulsados el Monasterio de Rueda tuvo que repoblar todos esos pueblos para que se trabajaran las tierras. Es posible que lo hicieran también con gente de Caspe, donde algunos vecinos se llamaban Rabinad", explica.

"Cuando nos encontramos es como si todos fuéramos familia porque compartimos el mismo apellido y, además, venimos del mismo sitio"

Él siempre ha luchado por que este apellido se escriba con d final, tal y como es su origen. Al mismo tiempo, teme que los 77 segundos apellidos se pierdan en las próximas generaciones. "Pero ahora nos conocemos casi todos", comenta orgulloso de los frutos de su investigación, que trascienden los propios datos. "Me he reencontrado con primos de Zaragoza a los que no veía hacía muchísimos años porque habíamos perdido el contacto. Y he conocido a personas que son primos terceros, cuartos, quintos... Lo que más satisface es haber hallado gente maravillosa y hacer algo por los demás. Cuando nos encontramos es como si todos fuéramos familia porque compartimos el mismo apellido y, además, venimos del mismo sitio", subraya.

Concentración el pasado 18 de mayo en el pueblo de Jaulín.
Reunión de Rabinad y Rabinal el pasado 18 de mayo en el pueblo de Jaulín.
J. R.

El pasado 18 de mayo se volvieron a ver (con motivo del apellido Rabinal) en Jaulín, en una cita que contó con la colaboración del Consistorio. Fue la cuarta concentración que celebran en estos últimos cuatro años, después de las de Barcelona, Chiprana y Caspe. "Hacemos un círculo; donde ha habido Rabinad, ahí vamos. Cuesta mucho movilizar a la gente, pero nos hemos empeñado en no perder el contacto ya que nos hemos encontrado y, por lo menos, una vez al año nos volvemos a reunir", destaca.

Y a partir de aquí, ¿qué? ¿Ya da por concluida su investigación? "No he terminado nada porque esto de la genealogía no acaba nunca. Siempre hay alguien que te trae nuevos datos y cosas. Ahora estoy mirando gente con el apellido Rabinal que están por ahí desperdigados y no lo saben", avanza Joaquín. Y, como medio aragonés que se siente, añade: "Soy cabezón. Lo que empiezo lo tengo que terminar y hago todo el esfuerzo que sea necesario".

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