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¿Qué busca la Guardia Real en Morata de Jalón?

Después de participar en el Día de las Fuerzas Armadas, un grupo de 40 miembros del Cuerpo de Monteros de Espinosa se ha desplazado a esta localidad aragonesa. 

Maniobras de la Guardia Real en Morata de Jalón
Maniobras de la Guardia Real en Morata de Jalón
Guardia Real

Un grupo de 40 miembros del Cuerpo de Monteros de Espinosa de la Guardia Real pasan estos días en Morata de Jalón. La suya es una visita habitual.

Este grupo hace maniobras de escalada en esta localidad en la zona de las “paredes negras”, que suelen visitar muchos montañeros todo el año y sed encuentra en la vecina localidad de Chodes, donde se encuentra la escuela de los escaladores. Además, acostumbran a acudir al albergue municipal que gestiona la Federación Aragonesa de Montañismo y siempre los esperan una vez al año.

El cabo mayor José Manuel Fernández detalla que pertenecen al grupo de honores y a la compañía de Infantería ligera de la Guardia Real, que cuenta con representantes de los tres ejércitos (Tierra, Mar y Aire) y dispone de una plantilla con 1.300 militares. Entre sus cometidos está la seguridad en el Palacio de Zarzuela y rendir los honores a Su Majestad Felipe VI y a los jefes de Estado cuando vienen a España. 

La visita de Morata de Jalón de la Guardia Real para entrenar en la  montaña se producen siempre a primeros de mayo con las "prácticas de escalada" y "de permanente" o para "salvar obstáculos". Este año se han retrasado porque tuvieron unos ejercicios en Cantabria y luego han participado en el Día de las Fuerzas Armadas en Asturias la semana pasada (24 y 25) con varios días de entrenamiento. Después de la escalada en Aragón van a realizar otras prácticas en la Sierra de Gredos o en la de Madrid para realizar las marchas del regimiento.

Para estos militares tan formados, la pared de Morata "es una escuela de escalada con grados muy variados, desde fáciles hasta complicados", explica el cabo mayor. "Además, sobre el río podemos montar una estructura semipermanente para pasar material".

"Unos días se pasa por la mañana y otros de noche para que la gente coja instrucción en el manejo de las cuerdas. Así se quitan el miedo de pasar por encima del río sin luz...", relata el cabo mayor Fernández. "Solemos venir a Morata de Jalón porque el apoyo que nos da el albergue es fundamental. Se come muy bien, aunque luego cuesta más subir la montaña".

El calor que se vive estos días (unos 33 grados) les lleva a buscar en las paredes orientaciones la sombra.   

Además, tienen un proyecto de instrucción, como cualquier compañía de Infantería, desde el tiro a la topografía.

En la medida en que la agenda del Rey lo permite, también realizan en invierno una visita de quince días a la estación de Cerler.

Julia Mercado, de El Albergue de Morata, con uno de sus platos del menú pilarista
Julia Mercado, de El Albergue de Morata, con uno de sus platos del menú pilarista
H. A.

La guarda del albergue 

La guarda del albergue, Julia Mercado, ha explicado que estos militares “son muy educados” y suelen ayudarle también “para recogerlo todo”. “Acostumbran a pedirlo todo por favor y son muy limpios. Yo les ofrezco la comida que quieran porque para mí son unos invitados especiales”, destaca.

El alcalde de Morata, Luis Velilla, destaca que cada año cuentan con estos clientes tan singulares.

“Nosotros tenemos 65 plazas en el albergue, aunque cuando vienen ellos suelen estar solos. Es un destacamento que se llama Monteros de Espinosa y vienen a hacer montaña y escalada”, reconoce la responsable del albergue, que lo gestiona desde 2019. “También vienen aquí de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales de Jaca para hacer un curso de alta montaña pero ellos lo hacen alrededor de noviembre”.

El albergue de Morata de Jalón está en el centro del pueblo, que dista 66 kilómetros de Zaragoza por la autovía A-2, y dispone de una biblioteca ejemplar. Ahora están en proceso de restauración del palacio del municipio para celebrar hasta bodas.

Punto de encuentro de escaladores  

Julia Mercado destaca que este lugar es “un punto de encuentro de los montañeros y escaladores” que llegan a esta localidad a la zona de las Torcas, entre Morata y Chodes, pero también reciben visitantes senderistas que hacen ocho rutas señaladas u otras que hay para ciclistas.

Ayuda también que el bar que lleva está “bastante premiado” y por eso tienen clientes a menudo. “Aquí tenemos un menú de fin de semana de 15 euros con cuatro platos y otro gourmet si tienen una comida más especial”, señala la guarda.

Las 65 plazas que ofrecen habitaciones son camas con literas y baños en el interior. Se suelen usar para grupos escolares o chavales que hacen concentraciones de baloncesto en el pabellón, que cede de manera gratuita el Ayuntamiento de Morata. Otros clientes son alumnos que hacen rutas en la zona porque les ayuda un forestal, quien les enseña la flora y la fauna alrededor del río Jalón.

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